A menudo es conveniente hacerse masajes de descarga, descargando las lumbares después de tanto entrenamiento, los peroneos y la fascia lata, ¡como duele!. El principal motivo que nos debe llevar a hacerlo es el de tratar de evitar lesiones por sobrecarga.
Los beneficios de un masaje de descarga son múltiples. Se parece a la fricción, pero con más fuerza, por lo que se consigue estimular el sistema nervioso central, mejorar la circulación y el bombeo sanguíneo de nuestros músculos (mejora la oxigenación de los tejidos), aumentar la temperatura corporal produciendo una sensación de alivio disminuyendo el dolor y eliminar toxinas y células muertas acumuladas durante el esfuerzo provocado por el entrenamiento.
¿Cómo hacerte un buen masaje?
Se debe evitar hacer movimientos bruscos sobre la musculatura fatigada. Los movimientos deberán ser controlados y debes realizar la presión desde las zonas periféricas, hacia el corazón, para así favorecer el drenaje y la circulación.
Por otra parte, es necesario utilizar alguna crema o gel deslizante y, dependiendo del momento, geles relajantes (para después de la competición) o cremas calentadoras (para antes de la competición) con la finalidad de mejorar tu preparación para el posterior entrenamiento. La mejor forma de realizarlo es de forma rápida y a través de combinaciones de fricción y de contracción.
¿Quién debería hacerlo?
Tú mismo no puedes. Necesitas de ayuda externa para que se pueda profundizar en la musculatura y así poder descargar toda esa acumulación de fatiga provocada por tanto kilómetro recorrido, así que lo ideal es que te lo haga un fisioterapeuta. Sin embargo, tú mismo podrías dedicar 1 ó 2 días a la semana a combinar estos movimientos de fricción y contracción en los días de descanso, pero el resultado no será el mismo que cuando te lo aplica un experto.
¿Cuándo hacerte un masaje de descarga?
Un masaje pre-competitivo lo debes realizar unos 10-15 minutos antes de tu carrera. Puedes emplear este tipo de masaje para empezar a calentar motores, con 5-7 minutos será suficiente para aumentar la temperatura corporal de tu cuerpo y para ayudar a relajarte, combatiendo el estrés que tengas acumulado. Pero, por lo contrario, un masaje de descarga lo debes realizar la semana previa a la competición o dos días después de la competición.
No es nada aconsejable un masaje de descarga conforme hayas terminado la sesión de entrenamiento o competición puesto que tus músculos estarán fatigados y doloridos, por lo que no es conveniente realizar un masaje tan agresivo justo en ese momento. Como se ha dicho antes, lo ideal sería aplicar el masaje de descarga a los dos días de la competición. El único masaje que podremos darnos justo cuando terminemos una sesión será uno superficial y con rozamientos suaves, aplicando geles relajantes en aquellas zonas que hayan realizado un mayor esfuerzo o que se encuentren más fatigadas.
¿Cuándo no debes aplicar un masaje de descarga?
Nunca deberíamos de practicarnos un masaje de descarga pocas horas después de haber realizado un gran esfuerzo o actividad de alta intensidad y, por otro lado, está terminantemente prohibido practicarlo en heridas, cicatrices, en zonas con infección o en cualquier musculatura inflamada en la que se perciba dolor o enrojecimiento.