Estar lesionado puede ser la situación más incómoda y más desesperante en la que se puede encontrar un corredor, ya que probablemente le impida desarrollar a pleno rendimiento su actividad como desearía, o simplemente porque no podría realizar lo que le gusta y le hace sentir bien. Por desgracia, no es complicado lesionarse. Incluso el más cauto y prudente corredor está expuesto a un cierto riesgo de lesión porque la naturaleza de la lesión deportiva es multifactorial, son innumerables las causas que nos pueden obligar a parar.
Me atrevería a decir que casi ningún corredor que lleve ya unos cuantos años corriendo se ha librado de alguna lesión (leve, moderada o grave) que le haya obligado a parar o, por lo menos, a variar los objetivos de su plan de entrenamiento.
VULNERABILIDAD
Muchas veces es el desconocimiento y la falta de información lo que nos hace cometer errores y, como consecuencia, nos convierte en vulnerables. Sin embargo, en muchas otras ocasiones es nuestra obstinación la que nos hace saltarnos las normas básicas que hay que tener en cuenta para no poner en riesgo nuestra salud, incluso sabiendo a conciencia que nos puede perjudicar, ¡a veces somos muy cabezones!
Es conveniente informarse de los posibles riesgos a los que te puedes exponer cuando corres y de qué puedes hacer para evitarlos, son igual de vulnerables los jóvenes y fuertes que los sabios y experimentados. La evidencia sugiere que la gente que se siente invulnerable a algo, es menos probable que se involucre en conductas preventivas que la que se siente vulnerable, es más, aquellos se preocuparán menos para afrontar las situaciones de estrés.
Este concepto de «vulnerabilidad a la lesión» es equivalente a otros similares, como por ejemplo, «inmunidad psicológica”, “resistencia del yo”, “personalidad autocuradora”, a «sujetos resistentes al estrés”, con «sentido de coherencia”, o “vulnerables pero invencibles”. Hay multitud de constructos que están relacionados con la invulnerabilidad, tales como resistencia, dureza, adaptación, ajuste, dominio o amortiguamiento. Todos son conceptos «evaluativos», más que rasgos unitarios. Como muchos otros conceptos similares, puede conllevar una serie de «mitos y expectativas» que implican tener en cuenta un hipotético, pero inexistente, estado de excelencia y/o invencibilidad.
Lo que interesa señalar como característica de todos estos conceptos es la elevada probabilidad que presentan dichos sujetos o grupos de sujetos de controlar las situaciones para no padecer lesiones, a pesar de encontrarse con ciertos factores de riesgo negativo. La invulnerabilidad o vulnerabilidad a la lesión no constituye un concepto unitario, sino más bien multidimensional. En esta muldimensionalidad se incluyen aspectos exógenos y endógenos, algunos de los cuales veremos a continuación.
FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS
En esta línea, se manifiestan los estudios realizados por diferentes investigadores (Hanson, McCullagh y Tonymon, 1992; Heil, 1993; Palmi, 2001), coincidiendo en agrupar los factores causantes de las lesiones deportivas en dos categorías: factores internos y factores externos:
Factores internos | Factores externos |
Fisiológicos, biomecánicos, psicológicos, la edad, el género, el deterioro del cuerpo, el historial de lesiones, la experiencia deportiva, la falta de preparación física o de adherencia a medidas preventivas, una alimentación inadecuada, la fatiga, la realización de conductas de riesgo, sobreentrenamiento, etc. | Deficiencias en las condiciones ambientales, el tipo de modalidad deportiva, el tipo y estado de los pavimentos deportivos, implementos deportivos, temperatura ambiente, la fatiga física, juego intenso o brusco, agresiones externas, la competición, las exigencias del entrenamiento, etc. |
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