«Buenos productos, trabajar mucho y bien sin dejar de escuchar siempre al usuario para tratar de mejorar los productos existentes y desarrollar los nuevos en función de las posibles necesidades demandadas, pero sin olvidar la propia iniciativa tratando de sorprender con innovaciones que sorprendan tanto a los usuarios habituales como a los potenciales».
Esta parrafada podría resumir grosso modo la evolución que estoy viendo en 226ERS, una de las marcas de nutrición deportiva que, desde mi humilde opinión, mejor lo está haciendo últimamente y que, pasito a pasito, ha ido ganando cuota de mercado y ahora mismo ya no sólo se puede considerar que esté más que asentada sino que, para algunas cosas, podríamos decir que es un punto de referencia para otras marcas del sector.
En Foroatletismo os hemos ido desgranando todo su catálogo de productos, desde las barritas y geles hasta las bebidas, pasando por las Salts, uno de sus productos más representativos y demandados. En ese afán de innovar, en la feria del corredor de la Maratón de Barcelona de este 2013 presentaron el Night Recovery Cream, un recuperador en forma de natillas y cuatro nuevas barritas que les permiten completar su gama no sólo con cuatro nuevos sabores, sino introduciendo dos aspectos interesantes: barritas con aminoácidos ramificados (Banana + BCAAs) y barritas de sabor salado (Italian Flavor e Indian Flavor).
Lo de añadir BCAAs a una barrita es algo que ya estaba visto así que quizá sorprende menos, pero lo de las barritas saladas es todo un puntazo y un gran movimiento que se han sacado de la chistera y que está teniendo una muy buena acogida, no sólo por la novedad que representa (apenas hay opciones a la hora de elegir barritas saladas) sino porque siguen siendo tan buenas como el resto de barritas de la marca.
Vamos a hacer un repaso por las características generales de estas nuevas barritas de 2013 y luego añadimos algún comentario adicional específico de cada una de ellas. ¡Señoras y señores… vayan empezando a salivar!
Las nuevas baritas de 2013
Mantienen su filosofía y sus principales líneas argumentales: tamaño relativamente grande (unos 4 x 8 x 1,5 centímetros), 60 gramos de peso por unidad, bastante compactas, sin coberturas y, cómo no, las características de las que hacen gala en 226ERS: sin gluten, sabores tremendamente currados y combinaciones de ingredientes pensadas al milímetro para que sepan bien y cumplan con los requisitos que se puede exigir a una barrita.
Se ha cambiado ligeramente su cocinado y ahora son algo más esponjosas y ligeramente menos compactas, aunque siguen manteniendo esa dualidad de ser lo suficientemente compactas como para que no se nos desmiguen o tronchen y que podamos ir partiéndolas a trozos pero sin que ello signifique que luego sean incomestibles porque se nos apelmacen o hagan bola en la boca.
Esta posibilidad de poder partirlas tan fácilmente es uno de los aspectos que más me gustan porque al ser bastante grandes, no tener cobertura y soportar perfectamente el calor son ideales para poder llevarlas cuando sube el mercurio o cuando vamos a hacer salidas largas, ya que podemos ir racionándolas sin problemas y no tenemos que ir cargados con tropecientas barritas sino que vamos comiendo lo que necesitamos (se pueden racionar en 2-3 yendo en marcha con mucha facilidad).
Lo de que no se apelmacen en la boca es algo que ya comenté que me sorprendió mucho cuando probé las dos primeras de chocolate y manzana-canela porque andan a medio camino entre las típicas barritas tocho y las que son como un bizcocho denso, aunque creo que el hecho de que se hagan tan apetecibles y se mastiquen tan bien es porque combinan muy bien tanto la textura como los sabores, lo que anima a masticarlas a gusto y lo bueno es que luego no requieren excesiva agua para tragarlas (algo que mata a muchas barritas, que te exigen poco menos que medio bidón hasta que consigues hacerlas pasar completamente por garganta y esófago). Esto también es una ventaja de cara a usarlas en épocas frías ya que si se hicieran demasiado bloque, no habría quien las comiera, como pasa a veces con algunas barritas que hacen pensando en que aguanten bien el calor y que luego casi te rompen los dientes cuando intentas masticarlas en invierno.
Se recurre a ingredientes naturales siempre que es posible (93%-94% en función del sabor): frutas desecadas (dátiles, higos, ciruelas, …), frutos secos (almendras, …), cereales (arroz inflado), verduras (calabacín, tomate, …) que aportan una gran cantidad de vitaminas, especias (curry, orégano, …), semillas de chía… vamos, que casi podrían encajar en la carta de uno de esos restaurantes de pitiminí.
Y, respecto a lo de la innovación, el enésimo detalle es lo de utilizar en las barritas saladas, semillas de chía, que seguramente conocerán los habituales de productos naturales o los que sigan las aventuras y desventuras de los tarahumaras. Grosso modo, estas semillas tienen un gran aporte de fósforo, más calcio y mejor asimilable que la leche, grandes cantidades de magnesio, potasio y antioxidantes y, además, aporta todos los aminoácidos esenciales.
Como vemos, la elección de unos u otros tipos de ingredientes no es aleatoria o pensando sólo en el sabor, sino que se han elegido cuidadosamente para conseguir un adecuado equilibro y aportes idóneos de energía, nutrientes, vitaminas y minerales. Además, se ha intentado controlar mucho dos aspectos críticos en la gama de productos de 226ERS: la velocidad de asimilación de los nutrientes y energía y la digestibilidad. Para lo primero, siempre se intenta que se combinen la asimilación rápida y lenta de manera que se pueda realizar un aporte rápido de energía, que es lo que demanda la caldera cuando la tenemos a tope de rendimiento, pero no se descuida el hecho de que hay que llevar cuidado con no pasarse para que no haya el temido pico de insulina y tengamos un efecto rebote que nos deje apajaraos perdidos. Para ello, además de recurrir a los mencionados frutos secos, frutas desecadas y demás, se utilizan amilopectinas, hidratos de carbono que permiten un gran aporte de energía a una gran velocidad ya que tiene un paso muy rápido por el estómago, con lo que también minimiza el riesgo de molestias gástricas.
Estas barritas son ideales para tomar prácticamente en cualquier momento, ya sea inmediatamente antes o durante el ejercicio como habitualmente se hace con este tipo de productos, como tomándolas a modo de snack, merienda o aporte energético adicional entre períodos de entrenamiento.
En la siguiente tabla podemos ver el resumen de la información nutricional de las barritas porque, aunque comparten unas características similares, hay ligeras diferencias:
Por cada 100 gramos tendríamos unas 350-375 kcal que provienen de unos 70-74 gramos de hidratos de carbono (40-50 gr. de azúcares), 5-9 gr de grasas, 2-7 gr de proteínas, 3 gr de fibra. Esto nos da que, en cada barrita, llevamos aproximadamente unas 215-225 kcal que provienen de 40-44 gr. de hidratos de carbono (24-29 gr. de azúcares), 3-5 gr. de grasas, 1-4 gr. de proteínas, 3 gr. de fibra.
Como vemos, las dos saladas y la de banana tienen una composición energética bastante similar y la de limón & chocolate es algo más energética en el sentido de tener algo más de hidratos y, sobre todo, de azúcares. No obstante, todo sea dicho, para la mayoría de nosotros, prácticamente son equivalentes y podríamos utilizarlas casi de manera indistinta centrándonos en aquella que más nos apetezca por el sabor. Por supuesto, a todo esto hay que añadir cierto aporte de sales minerales en forma de sodio, potasio, magnesio, zinc, etc.
Es un producto perfecto para tomar durante entrenamientos o eventos deportivos, especialmente aquellas actividades de resistencia que se realizan al aire libre. También está totalmente recomendado para tomar en cualquier momento como snack, merienda o aparte energético previo a entrenamientos.
Las he estado usando mucho como barrita «al uso» (para llevarla en las salidas largas con la bicicleta) pero aprovechando las características que hemos ido comentando, les he dado casi tanto uso (si no más) como snack o comida previa al entrenamiento, sobre todo en el caso de las saladas que parece que conservan durante más tiempo esa sensación de saciedad con lo que, una vez tomadas, parece que te duran más o, por lo menos, no hacen que te entren ganas de seguir comiendo pasados apenas unos minutos.
Y bueno, dicho esto, vamos a echarle un vistazo a cada una de las cuatro nuevas versiones y a comentar alguna cosilla o curiosidad de cada una de ellas.
Banana + BCAAs
De las dos nuevas barritas de sabor dulce, la de banana viene con el plus de que lleva añadidos aminoácidos ramificados. La textura es la que más me ha recordado a la de manzana y canela que vimos en la prueba de las dos primeras barritas. De frutas llevan dátiles, higos, plátano desecado y pasta de plátano; de frutos secos almendra y de cereales, hojuelas de arroz. Apenas se nota la almendra porque está muy triturada (es una pasta muy homogénea) pero sí se notan las pepitas de los higos, algo que a mí me gusta bastante.
De cara a los BCCAs, la proporción es 2:1:1 de l-leucina:l-valina:l-isoleucina, conteniendo en cada barrita 0,45 gr de l-leucina, 0,225 gr. de l-valina y 0,225 gr de l-isoleucina. El punto que le dan los BCCAs las hacen muy interesantes de cara a utilizarlas durante ejercicios prolongados, para ir mezclándolas con otras y tener un aporte de aminoácidos ramificados. Es un poco más pastosilla que la «Lemon & Chocolate», apenas marca el sabor al plátano y es bastante fresquita al gusto.
Precio: 39,95 € (caja 16 unidades)
Lemon & Chocolate Bits
Es la de sabor más fresco y diría que la menos compacta, la más fácil de comer. La verdad es que esperaba encontrarme más tropezones de chocolate pero se nota muy poquito y el sabor del limón tampoco se marca mucho, así que es un sabor muy agradable. Recuerda al típico sabor de los bizcochos que suelen llevar la ralladura de limón. Se notan las pepitas de los higos y el limón es confitado, no desecado, lo que le da ese puntito tan rico.
Me recuerda a la de «Manzana & Canela», pero más esponjosa (y con otro sabor, claro). Si me la tuviera que zampar de un bocado, ésta sería la elegida entre las cuatro de sabor dulce, sin dudarlo.
Precio: 39,95 € (caja 16 unidades)
Italian Flavor
«Indian Flavor» e «Italian Flavor» van de la mano, son análogas, los ingredientes en el etiquetado son los mismos pero intercambiando curry (Indian Flavor) y orégano (Italian Flavor) aunque la información nutricional varía ligeramente (no es apenas relevante). Es como estar oliendo y saboreando una pizza, es un auténtico vicio si te gusta ese tipo de comida. El sabor es fuertecillo y el regusto permanece así que vale tanto para saciar como para romper con el empacho de dulce.
Las frutas son dátiles e higos; las verduras son tomate confitado y calabacín desecado y los frutos secos, la almendra a lo que hay que añadir un 1% de semillas de chía. Las pipas las he notado algo menos que en la Indian y diría que también es un poco más compacta. Para los que no gusten de sabores fuertes o que se quedan permaneciendo mucho rato, mejor que la Indian. Quizá hay menos choque dulce-salado que el que se nota en la Indian.
Precio: 39,95 € (caja 16 unidades)
Indian Flavor
Es muy compacta pero al masticarla se desmenuza muy fácilmente. Choca mucho el saborcillo al curry, ese puntillo picante llama mucho la atención y es un puntazo. Los frutos secos se notan muchísimo porque están en trozos bastante grandes (las pipas de girasol quedan prácticamente enteras en muchos casos y se nota muchísimo su sabor).
El choque dulce-salado hace un efecto brutal. El sabor es fuertecillo y el regusto permanece así que vale tanto para saciar como para romper con el empacho de dulce.
Precio: 39,95 € (caja 16 unidades)
El poder de la innovación, la sorpresa y el sentido común, en este caso, materializado en las barritas.
Después de haber seguido comiendo unas cuantas más que las que salen en la foto, las dulces estarán ricas pero lo de las saladas es un puntazo porque es un producto del que apenas hay posibilidades donde elegir así que creo que han dado en el clavo.