Skechers lo ha vuelto a hacer, se ha sacado de la chistera un modelo de zapatillas que sorprende y no deja indiferente prácticamente a nadie.
En este caso no ha sido un modelo nuevo, sino que ha sido la aplicación de un tratamiento fotoluminiscente sobre tres de sus modelos: GOrun Ride 2, GOrun 2 y GOwalk.
Lo han llamado Nite Owl (Búho Nocturno) y aunque pueda arrancarnos alguna sonrisa trayéndonos a la memoria las míticas pegatinas fosforescentes con las que todos hemos jugado alguna vez, no es únicamente un reclamo friki con el que llamar la atención sino que es algo que realmente funciona y que puede ser de utilidad a quienes salgan a correr en zonas urbanas en horarios con poca luz. No vas a ser una luciérnaga andante pero no deja de ser un mecanismo de seguridad añadido.
De los tres modelos que lo incluyen, nos han tocado en suerte las GOrun Ride 2 Nite Owl y, al menos en este modelo, como vamos a ver a continuación, los cambios son mínimos, únicamente por el Nite Owl y por el cambio de algunos materiales del upper. Todo lo demás es exactamente igual que en la versión original: suela, mediasuela, la mayoría del upper, etc. por lo que, en principio, casi todo lo que comentamos en su momento para las GOrun Ride 2 es de aplicación directa a estas GOrun Ride 2 Nite Owl.
Mediasuela y Suela
Tanto la mediasuela como la suela son idénticas al 99’99% a las de las GOrun Ride 2. Los únicos cambios son el color de los tacos que van protegidos con caucho que toman el color del hilo utilizado para las costuras (y que en este caso toca que sean negros) y la zona coloreada del talón que va pintado con el Nite Owl fotoluminiscente. Por lo demás, es directamente aplicable, palabra por palabra, lo que estuvimos contando para las GOrun Ride 2.
Tienen una mediasuela «full Resalyte», ese derivado de la EVA que tan buenos resultados da a Skechers y que le permite hacer la mediasuela y prácticamente la suela únicamente con él, que tiene un tacto bastante blandito, que resiste bastante bien a la fatiga, que responde bastante bien, que aguanta decentemente cuando se usa en la suela… vamos, una joya de polímero.
Tiene un drop de cuatro milímetros que tiene la particularidad de que no se genera mediante un descenso progresivo desde el talón a la puntera sino que hay un aumento de la altura en el mediopié debido al M-Strike (el «bulto» característico de la marca) y que le da cierto efecto rocker (de suela curvada) que genera pasiones y odios casi a partes iguales. Cada vez se nota menos el bulto en cuestión pero en esta segunda versión de la saga GOrun Ride se sigue notando, digan lo que digan, y eso te puede ir bien o mal, dependiendo de tu sensibilidad y de tu forma de correr.
La amortiguación es muy grande y, si en su momento escribí que las GOrun Ride 2 eran posiblemente las zapatillas con una mayor relación amortiguación – peso, ahora ya no sería del todo cierto ya que se le cuelan delante las nuevas GOrun Ride 3 aunque, bueno, todo queda en casa.
El tacto de la amortiguación es muy blandito, no tienen ninguna pieza rígida y con la gran separación que hay entre los GOimpulse Sensors (los tacos circulares), son tremendamente flexibles en todas las direcciones, son de las que se pueden hacer un gurruño con mucha facilidad.
La suela se reconfiguró en su momento para proteger un poco más las zonas de mayor desgaste, para tapar con caucho algunos de los GOimpulse Sensors que, de otro modo, quedarían con el Resalyte completamente expuesto y, aunque es muy bueno de cara al agarre, pensando en la durabilidad, no es lo más adecuado.
Para quienes tienen una pisada mínimamente eficiente no es apenas hándicap y durarán bastante, mucho más de lo esperado, pero para quien desliza el pie o tiene una pisada regulera, las puede ir limando a una velocidad vertiginosa.
En su momento comenté que le haría ciertos cambios de cara a proteger un poco más la suela que, en el fondo, no eran nada especiales, como demuestra el hecho de que en las GOrun Ride 3 se han acometido porque eran bastante evidentes.
Como siempre, destacar el impresionante agarre que tienen en mojado, unas de las zapatillas que mejor funcionan y todo un seguro de vida para cuando toca salir a correr con llovizna y vamos a tener que ir por carril bici o aceras.
Upper y Horma
La horma también se mantiene intacta respecto a la versión normal de las GOrun Ride 2.
Muy amplia en general aunque con un buen ajuste. La puntera deja mucho espacio a los dedos, que se pueden esparcir sin problemas. En el mediopié también hay espacio y sólo se puede notar algo de agobio si se tiene el arco bajo porque puede molestar el bulto al pisar y sentirlo hundirse hacia dentro. En cuanto tobillo, bastante bien la sujeción a pesar de que se vean con poco arqueado envolviendo los maléolos y que aparenten ser bajitas de aquiles.
Respecto al upper, el diseño es análogo y únicamente cambian algunos de los materiales, en concreto la rejilla de antepié y talón y los refuerzos sintéticos que van con el tratamiento del Nite Owl, que no sólo cambian por el hecho de ir pintados sino que también son de otro material.
La tela exterior de antepié y talón es ahora mucho más suave, especialmente por fuera y es más elástica, aunque de cara a la transpirabilidad diría que anda poco más o menos. Quizá la durabilidad sea algo menor ante los roces o enganchones con matorrales pero no me preocuparía en exceso.
Los refuerzos siguen siendo sintéticos pero ahora ya no son de ese material rugoso, sino que es liso, diría que algo más maleable y, lo principal o novedoso, con el tratamiento Nite Owl que hace que brille en la oscuridad.
Es un tratamiento fotoluminiscente que brilla cuando hay ausencia o baja luminosidad. Se «cargan» con cualquier fuente de luz y, si han estado expuestas a una fuente potente durante bastante tiempo, pueden aguantar durante una hora con una luminosidad interesante y luego ya va disminuyendo progresivamente hasta quedar con un brillo residual. Sin duda, la mejor fuente para recargarlas es el sol y en apenas cinco minutos adquieren un brillo muy potente, mucho más que si las exponemos a una luz artificial, por potente que sea ésta.
En la siguiente imagen podéis haceros una idea de cómo quedan después de haber dejado una de las dos zapatillas expuestas a la luz solar durante todo el día: brilla claramente mientras que la compañera, que ha estado en la caja, ni se ve cuando se apaga la luz.
Un punto añadido para mejorar la visibilidad nocturna son las marcas reflectantes que hay en puntera y talón aunque son pequeñas y únicamente se han incluido dos en cada una de esas dos piezas, quizá se podrían haber puesto también en laterales.
En la báscula han marcado diez gramos más que la versión normal y me inclino por pensar que es por este cambio de tela y refuerzos, no por el tratamiento Nite Owl, sino por el propio cambio de materiales. La marca le pone el mismo peso pero en la misma báscula y con la misma talla de zapatillas, sí que han salido esos diez grametes de más así que les pondría unos 245 gramos como referencia en la talla 9 USA.
Esto aplica a todo lo que vemos con ese material y en azul celeste, es decir, puntera, ojetera y banda del talón. Los cordones, aunque sean azul celeste, no son fotoluminiscentes.
La protección de la puntera es buena, se libera muy bien el juanete, la lengüeta está unida en los laterales así que no se mueve y tiene acolchado suficiente para que no presionen en exceso los cordones, el collar tiene un mullido mediano y está muy bien rematado en los bordes… en definitiva, como todas las Skechers: un upper muy cuidado y pensado por y para el confort.
Corriendo (y brillando) con las GOrun Ride 2 Nite Owl
Con lo que hemos ido comentando de ellas, como os podéis imaginar, el comportamiento en marcha es también análogo al de las GOrun Ride 2, de hecho, las he estado probando con un modelo en cada pie y no he apreciado cambios significativos.
Evidentemente, el tema del Nite Owl es un cambio importante, pero no afecta a la dinámica sino a su uso ya que las hace algo más adecuadas para los corredores nocturnos.
Aunque sean ligeras y al calzártelas te den sensación de que vas a poder salir volando bajo con ellas, como tienen mucha amortiguación y bastante blanda, al final se queda mucha energía en el camino así que dan más juego como zapatillas para rodar a ritmos medios o bajos.
No obstante, no se hacen las remolonas si toca apretarle las tuercas, no responden mal aunque es mejor que en estos apretones no nos pongamos a hacer giros bruscos porque, entre lo que cede la mediasuela y lo suelto que va el pie dentro, seguramente no vayamos del todo cómodos.
Jamás nos van a fallar por falta de agarre, en ninguna superficie o condición, nos gustarán más cuanto más corramos de metatarso y, por supuesto, cuánto más aficionados seamos a las zapatillas flexibles y sin demasiada estructura.
Lo de los pesos, ritmos y demás, me parece secundario en estas zapatillas ya que creo que depende básicamente de la técnica de cada uno. Si se tiene una técnica mínimamente eficiente, perfectas como zapatilla para todo pero, si no, pues o bien unas zapatillas de natural running o de transición o, por qué no, unas zapatillas para competición para quien no vaya a ritmos excesivamente rápidos (por encima de 4 min/km o, como mucho, a 3.45 min/km).
La verdad es que no sabría decir si son más llamativas por la noche o por el día porque, si bien es cierto que por la noche brillas, unas zapatillas de running en negro puro, sin adornos, dan el cante y si encima el decorado que tienen es en azul celeste, llaman muchísimo la atención, es imposible no echarles una miradita cuando las ves pasar.
Usuario Tipo
- Para quien quiera unas zapatillas de entrenamiento amplias, muy amortiguadas y con tacto blando, flexibles, ligeras, para correr de mediopié o antepié y con muy buen agarre.
- Ganan muchos enteros si esos entrenamientos se van a hacer en horario nocturno ya que gracias al Nite Owl, brillan en la oscuridad y pueden servir como mecanismo de seguridad.
- Interesantes como zapatillas de natural running o «de transición» y también como zapatilla de competición para distancias medias para quien quiera algo ligerillo pero sin irse a zapatillas mixtas.
Peso de la zapatilla: 245 gramos.