Todo el que haya hecho alguna vez el Test de la Course Navette lo recuerda para siempre. La combinación de los pitidos, el sabor de la sangre en el gaznate, el retumbar de los latidos del corazón, la respiración entrecortada… Puede llegar a marcarte para siempre y dejarte poco menos que traumatizado.
Vale, me he pasado un poco porque no es tan fiero el lobo como lo he pintado pero estoy seguro de que si habéis pasado por este test alguna vez en vuestra vida, lo recordáis a la perfección y que, si os proponen volver a hacerlo, no os vais a poner a dar saltos de alegría o, al menos, que os lo vais a pensar un par de veces.
Independientemente de eso, la verdad es que es un test muy completo y que permite medir muchas cosas, amén de que nos puede servir también como estímulo y método de entrenamiento. El único problemilla que tiene es que requiere un poco más de material que el que hemos visto en otros como el Test de Coopper o Test de Kosmin. Además, si queremos sacarle todo el potencial que nos ofrece, debemos estar dispuestos a entrenarnos a tope y a llegar al agotamiento.
Aun así, creo que es un test que conviene conocer porque nos puede ser muy útil para conocer nuestro estado de forma, cómo vamos evolucionando, si están siendo eficaces nuestros planes de entrenamiento, etc.
¿Cómo se hace el Test de la Course Navette?
El Test de la Course Navette, originalmente conocido como Test Léger, lo desarrolló el doctor Luc Léger a finales de los ochenta (1988) en Montreal aunque ha sufrido diversas modificaciones y evoluciones hasta llegar a lo que conocemos o aplicamos hoy en día.
El objetivo principal es medir y valorar la Resistencia Aeróbica o Resistencia Cardiorespiratoria pero también se puede utilizar para obtener de manera indirecta un valor aproximado del consumo máximo de oxígeno (VO2 Máx).
De manera esquemática, el desarrollo y operativa del test es muy sencillo ya que se trata de ir y venir entre dos líneas que hay en el suelo a 20 metros una de la otra tratando de llegar al otro extremo antes de que suene el siguiente pitido. A la segunda vez que suene el pitido antes de que hayamos finalizado el tramo correspondiente, kaput, hemos terminado y ya no tenemos más que consultar en la tabla para ver cuantos períodos y metros hemos recorrido.
Fases (min) | Velocidad (km/h) | Distancia recorrida (m) |
---|---|---|
1 | 8 | 133 |
2 | 9 | 283 |
3 | 9,5 | 441 |
4 | 10 | 608 |
5 | 10,5 | 783 |
6 | 11 | 966 |
7 | 11,5 | 1158 |
8 | 12 | 1358 |
9 | 12,5 | 1566 |
10 | 13 | 1783 |
11 | 13,5 | 2008 |
12 | 14 | 2241 |
13 | 14,5 | 2483 |
14 | 15 | 2733 |
15 | 15,5 | 2991 |
16 | 16 | 3258 |
17 | 16,5 | 3533 |
18 | 17 | 3816 |
19 | 17,5 | 4108 |
20 | 18 | 4408 |
Profundizando un poco más, lo ideal es que la superficie sea totalmente lisa y llana, que haya un poco más de 20 metros para que podamos tener cierto margen de maniobra, preferiblemente una superficie que no deslice demasiado, y tenemos que tener en cuenta que no vale cambiar de sentido haciendo un giro, sino que tiene que ser ir y volver.
Los pitidos van aumentando progresivamente la frecuencia, lo que implica un aumento de la velocidad que tenemos que llevar para llegar hasta la otra línea. Comenzamos prácticamente andando (8 km/h) y merece la pena aprovechar esos tramos iniciales para no derrochar fuerzas aparte de que es bueno haber calentado previamente. También merece la pena no llegar excesivamente cansado del día anterior y hacerlo no a primera hora, para estar bien despiertos y activados.
Para los pitidos, hay que utilizar algún equipo o reproductor que tenga esa grabación porque es necesaria la precisión de ésta, no vale que estemos nosotros con el silbato pitando porque sería un cachondeo.
Es una prueba que tradicionalmente se ha utilizado en las pruebas de acceso a determinados cuerpos del Estado, también se recurre mucho a ella en deportes como el fútbol pero, como decía al principio, podemos utilizarlo como test personal para valorarnos a nosotros mismos y, de hecho, podemos hacerlo en grupeta, varios a la vez, con lo que podemos llegar a motivarnos mucho más y forzarnos a superar nuestros límites.
Una vez hecho, podemos utilizar el resultado para comprobar cuánto tiempo hemos estado corriendo, cuántos metros hemos acumulado, ver qué sensaciones hemos tenido, cuándo hemos empezado a sufrir más de la cuenta, analizar ritmos vs pulsaciones… Y hasta nos vale para obtener una estimación de nuestro consumo máximo de oxígeno si aplicamos la siguiente fórmula:
Insisto, es una mera estimación pero eso no quiere decir que no sea un dato totalmente válido porque, si bien es cierto que el “valor matemático” del consumo de oxígeno lo debemos tomar como mera aproximación, como siempre aplicaremos la misma fórmula, puede valer para que nosotros tomemos referencias de cómo vamos evolucionando.
Es decir, aunque a mí me salga que tengo un consumo de X, en lugar de utilizarlo para compararme con tablas de deportes u otras personas, lo puedo utilizar para comparar a ver si es mayor o menor que el valor Y que he obtenido al hacer la Course Navette un mes después.
Pongo un mes por poner algo porque ahí ya depende de cada uno, nuestros objetivos, planes y demás. No es necesario hacerlo con mucha frecuencia porque la resistencia aeróbica no varía de un día para otro pero quizá un par de veces en el inicio de la temporada (separadas un par de meses) y otra vez a mitad de temporada pueda ser un plan interesante.
¿Has hecho alguna vez la Course Navette? ¿Hasta qué período llegaste? ¿Se te hizo muy dura? ¿Crees que merece la pena utilizar este test para valorar tu rendimiento y mejora?
Más en Foroatletismo | Test de Kosmin: predice tus tiempos en 800 y 1500 metros.
Más en Foroatletismo | Test de Gavela: predice tu tiempo en maratón.