Las Merrell Rubato son las armas con las que Merrell quiere combatir en el cada vez más peleado segmento de las zapatillas de trail running de concepción maximalista y drop bajo, tan bajo como cero en este caso.
Son unas zapatillas con unos perfiles altos (29 milímetros en talón y antepié más 6 milímetros si contáis con las plantillas), zero drop, mediasuela con forma de mecedora y gran cantidad de amortiguación (que en este caso no es chiclosa sino más bien rebotona), confortables y rodadoras, con una adecuada estabilidad, horma amplia y amigable con el pie (léase ‘anatómica’), protección suficiente para casi cualquier superficie por la que se quiera correr, agarre excelente, muy buena durabilidad de la suela y menos de trescientos gramos de peso.
Tras leer el párrafo anterior, se podría pensar que las Merrell Rubato son las zapatillas que toda marca quiere tener en su catálogo de productos por ser potencialmente ideales para prácticamente cualquier perfil de corredor pero, ojo, porque no todo son luces sino que también sombras que no solo le hacen perder algún que otro punto sino que pueden llegar a hacer que no te vayan bien como, por ejemplo, me ha pasado a mí.
El upper es muy protegido, sí, pero eso le hace perder adaptabilidad. Por su parte, al tener tanta amortiguación y una plantilla tan gruesa, la planta del pie puede recalentarse más de la cuenta… Lo iremos viendo todo poco a poco a lo largo de este análisis a fondo pero mentiría si no reconociera que las Merrell Rubato me han dejado un sabor agridulce, más agrio que dulce.
De hecho, mi relación con ellas ha sido una especie de montaña rusa: la primera puesta para hacerlas al pie fue un desastre porque me sentía incómodo con el ‘bulto’ que notaba en la parte media del pie, tras la primera salidita suave me sorprendieron con su gran confort, buen agarre, relativa respuesta… Pero, tras la tercera salida, cuando ya empecé a meterme en faena seria con ellas, la relación no terminó de cuajar y, en algún caso, incluso acabó en «pelea» a causa de unas escoceduras en la planta del pie y el arco por recalentamiento en un día que les hice una tiradita un poco más larga.
Asumo que una buena parte de ese desencuentro con ellas es principalmente personal, por mis preferencias, necesidades y mi forma de correr pero, dejando todas esas cosas a un lado y evaluándolas de manera totalmente objetiva, sigo pensando que quizá les faltan unos cuantos puntos para estar a la altura de lo que solemos ver en esta marca americana que, aunque para algunos sea conocida casi solo por sus zapatillas minimalistas (por ejemplo, las idolatradas Merrell Vapor Glove o las polivalentes Merrell Trail Glove) tiene otros muchos modelos más «tradicionales» que dan mucho juego y que se han granjeado un buen montón de fans, por ejemplo: Merrell Bare Access Flex, Merrell Agility Syntesis Flex o Merrell All Out Charge.
Así que, para no dar lugar a malos entendidos, por favor, no asumáis que estoy diciendo que las Merrell Rubato son malas zapatillas porque no solo no pienso así sino que creo que, como dije en el segundo párrafo de esta introducción, ofrecen muchas y muy buenas cosas y pueden dar mucho juego a un perfil muy amplio de usuarios. Además, creo que también encajan muy bien dentro del catálogo de Merrell ya que con ellas es capaz de satisfacer los requisitos de los que gustan de correr maximalizados.
Si eres un corredor neutro, independientemente de tu peso (da igual si eres delgaditos o más bien de peso medio o alto), eres aficionado a las medias y largas distancias fuera del asfalto y te gusta ir confortable, amortiguado y tener unas zapatillas polivalentes, versátiles y duraderas que además de protegerte nunca te hagan patinar o perder tracción o agarre, entonces dales una oportunidad a las Merrell Rubato porque podrían sorprenderte y convertirse en tu pareja de baile.
Mediasuela
Si os subís encima de las Merrell Rubato, vuestro pie estará a una altura aproximada de 29 milímetros, tanto en el talón como al antepié porque son unas zapatillas zero drop. A esta altura le tenéis que sumar seis milímetros si queréis contabilizar la gruesa plantilla que incorporan en su interior y que añade aún más amortiguación.
Ese drop no me ha parecido nada exigente o al menos yo no lo he notado así y eso que soy bastante quisquilloso con el zero drop, que no suele ser santo de mi devoción ya que, aunque puedo correr con él sin problemas, suelo preferir que haya un poquito, por poco que sea.
Por ello, me parecen una opción interesante para quien quiera ir a porta gayola a eliminar el drop de su calzado sin pasar por drops medios o bajos.
El compuesto utilizado lo denominan FloatPro y diría que es un derivado de la EVA, de una dureza media que, aunque con la mano se chafa con facilidad, en marcha no se hunde en exceso y recupera la forma con bastante rapidez, lo que genera una interesante sensación de respuesta que se agradece cuando quieres moverte con un poco de agilidad.
No obstante, a pesar de esa posible respuesta del FloatPro, son unas zapatillas eminentemente rodadoras, para ir más bien a ritmos medios, por varias razones.
Eso sí, para que os entreguen toda esa amortiguación tendréis que correr un ratillo primero con ellas ya que cambia bastante el tacto que ofrecen en los primeros 100 metros y el que se nota cuando ya llevas cinco o diez kilómetros.
Están por debajo de los 300 gramos, unos 295 gramos declarados para el 9 USA de referencia (283 gramos comprobados para el 8.5 USA de esta prueba), una cifra interesante y poco menos que impensable hace apenas unos años para unas zapatillas tan mazacote como estas.
No se sienten pesadas pero tampoco transmiten sensación de rapidez de movimientos, principalmente por el reparto de pesos ya que queda concentrado muy abajo y, si bien eso juega a su favor de cara a la estabilidad, le penaliza un poco a la hora de moverse rápido.
Ahora, no tengáis miedo en apretarles un poco las tuercas porque, mientras no os pongáis a hacer bruscos cambios de dirección o de ritmo, una vez lanzadas, se pueden poner a ritmos de 4:15/km (incluso unos segundos más rápido) sin ningún problema.
Como la inmensa mayoría de zapatillas maximalistas, la flexibilidad es muy reducida, incluso contando con las ranuras que denominan FlexConnect y que ayudan a que en el antepié arquee con algo más de facilidad.
Esto es normal en este tipo de zapatillas y lo suplen con el típico diseño en forma de mecedora y la curvatura tan marcada, sobre todo en la puntera, que permite que la dinámica de la pisada sea adecuada y que incluso se acelere bastante si tienes un buen tobillo reactivo.
Lo que no ha terminado de gustarme es la sensación general que transmite esa mecedora o, al menos, me da la sensación de que marca mucho la zona media, como si se sintiera un bultillo que posiblemente sea una especie de trampantojo y que no exista como tal sino que se deba a que, al tener el talón curvado, la mayor presión se produce en la zona media en vez de en la trasera.
El caso es que lo noto más andando que corriendo y, de hecho, si voy rapidillo, ni lo percibo pero me da que para corredores talonadores recalcitrantes (esos que impactan de talón con la rodilla hiperextendida) no son una opción porque pueden sentirse como frenados en el momento del impacto inicial.
La capacidad para torsionar también es reducida pero, nuevamente, suple su posible falta de adaptabilidad al terreno gracias a la gran amortiguación que tiene, que se zampa una buena parte de las irregularidades del terreno que se pisa.
De hecho, aunque no tengan placa antirrocas, la protección que ofrecen la suela y la mediasuela me ha parecido más que suficiente como para meterse por prácticamente cualquier terreno, por irregularidad o arisco que pueda ser.
Si acaso en terrenos con muchas piedras sueltas de tamaño mediano le he podido echar en falta algo de adaptabilidad pero, si son cosas aisladas, pisa sin miedo porque ni te enteras.
Lógicamente, eso también te hace perder sensación del terreno y por todo esto (aislamiento del terreno, falta de flexión y torsión…) es por lo que no me convence lo de meterlas dentro del natural running por más que así las haya visto publicitadas y ubicadas por muchos.
En principio, es una mediasuela resultona que cumple bien con su cometido y a la que, salvo por lo que he comentado de la sensación extraña que le noto en la zona media al caminar o correr despacio, no tiene pegas relevantes.
Suela
La suela es lo que más me ha gustado de las Merrell Rubato, con muchísima diferencia, funciona de lujo en todo y, sinceramente, no se me ocurre ningún punto flojo que ponerle.
Al estar confeccionada con Vibram Megagrip ya parte con buenas cartas para ofrecer buen grip y gran durabilidad pero creo que han acertado también con el diseño del taqueado, haciéndolo no demasiado marcado ni específico sino más bien polivalente y generalista, con un multitaqueado de unos cuatro milímetros repartido por toda la suela, lo suficientemente alejado como para que no hagan zueco si hay barro pero lo suficientemente junto como para que haya suficiente contacto con el suelo como para aprovechar la buena base de apoyo que tienen estas zapatillas.
Me ha sorprendido muy gratamente la durabilidad porque, aunque sea Vibram Megagrip, las medidas de la dureza me daban más bien tirando hacia abajo así que me esperaba que se desgastara antes pero, no, han aguantado como unas campeonas, ya no solo ante los roces sino también ante los posibles arrancamientos.
Y en el tema del agarre, pues a pesar de tener unas muy altas expectativas, las han superado con creces ya que parecen lapas, se quedan pegadas en todas las superficies, incluso cuando están mojadas.
En superficie lisa, perfectísimas, si hay tierra muerden más que suficiente, incluso cuando está más suelta que la típica de pistas o cañadas y, si hay barro, pues hasta donde se puede esperar de una suela con unos tacos de esta profundidad.
De hecho, tan bueno es el agarre que cuando corres por asfalto te sientes raro, es una sensación parecida a la que se puede tener cuando te pones unas voladoras con taquitos en el antepié, que no desliza nada y que a quien no tiene buena técnica y rasca suelo puede generarle sobrecargas en la pierna.
Aunque, bueno, la verdad es que es un comportamiento que se puede intuir viendo el multitaqueado del antepié de las Merrell Rubato.
Hay una amalgama de tacos rectangulares distribuidos en filas que actúan como ranuras de flexión, ligeramente arqueadas y que están cruzadas en longitudinal por dos grandes ranuras que separan la suela en tres partes.
Como comenté al hablar de la mediasuela, no se llega a producir una flexión marcada pero gracias a todas esas separaciones, el apoyo es bastante progresivo, no tanto porque flexe la zapatilla sino porque los tacos se pueden comportar como pequeños pistoncillos que se van incrustando dentro de la mediasuela cuando pisamos.
Por cierto, curiosa la «rampilla» que tienen los tacos del perímetro, me imagino que para permitir un paso un poco más progresivo a la siguiente fila de tacos y para que no se note un corte brusco en el borde, para que no quede un corte puro de 90º.
En la parte trasera se sigue más o menos la misma filosofía que en la delantera y, aunque pueda hacer pensar en una falta de superficie de apoyo, os recuerdo que son zero drop y con diseño de mecedora, lo que suele implicar una mayor presencia del apoyo de talón.
Me ha gustado que la zona media la hayan dejado cubierta de suela porque así, si pisas en raíces, piedras o lo que sea, sigues teniendo protegida la mediasuela amén de que tampoco pierdes tracción como puede pasar cuando queda la mediasuela al descubierto o cuando le colocan ahí alguna pieza rígida o de TPU o similares.
Ya comenté antes que no tienen placa antirrocas y, sinceramente, no se la he echado en falta lo más mínimo, tienen protección más que de sobra para cualquier tipo de terreno por el que apetezca correr.
Upper
Pasamos de de la parte que más me ha gustado de las Merrell Rubato (suela) a la que menos (upper) y, sinceramente, me da un poco de penilla que el resultado global y percepción que queda de esta zona sea un tanto agridulce porque, si se analizan sus componentes por separados no son malas ideas, ni hay malos materiales o malos acabados.
Es un upper de una única capa que por el exterior tiene un tacto plasticosillo y acabado que recuerda al ripstop (tejido anti desgarros) y que por el interior tiene, como es habitual en las Merrell, un tacto muy agradable (y supongo que con tratamiento antibacteriano).
Sobre él se han ubicado los pertinentes refuerzos entre los que destaca claramente el de la puntera, que crea una especie de armazón o armadura a prueba de bombas y que ayuda también a darle la típica forma que vemos en otros modelos de esta marca como las Merrell Trail Glove.
Con esa forma, como os podéis imaginar hay mucho espacio para los metatarsos y los dedos y se agradece mucho, sin duda pero aquí surge un problemilla y es que se deja al pie un poco a la buena de Dios y en los desplazamientos laterales puede sentirle un poco de desplazamiento lateral lo que, sumado al que ya tiene por la altura a la que queda, puede generarte un poco de inseguridad cuando necesitas hacer giros rápidos o apoyos un tanto forzados.
No obstante, el problema más importante que le he visto al upper es la falta de adaptabilidad de éste y no afecta solo al propio tejido sino que es una sensación general que te queda cuando intentas atártelas y ajustártelas a tu gusto.
No es que les falte capacidad para agarrarte con firmeza en la zona media sino que se comporta como si fuera todo en bloque, no sientes que al tirar de los ojales el upper se vaya deformando para coger la forma de tu pie.
Eso se nota aún más cuando estás corriendo, momento en que puedes sentir ese ligero desplazamiento, no solo lateral sino también hacia delante, lo que puede acabar generando microgolpecillos en la punta de los dedos con el consiguiente riesgo de uñas negras y exceso de roce en la planta y arco del pie con el riesgo de ampollas que ello supone, máxime, si le sumamos lo que comenté en el apartado de la mediasuela del posible recalentamiento por la gran cantidad de amortiguación que ofrecen.
Con los cordones también hay que darles un tironcillo de orejas a Merrell no tanto porque sean toscos y poco adaptables sino porque, como no le hagas un segundo nudo, se te desatan con una facilidad pasmosa.
La lengüeta es finita, amplia y se adapta bien al contorno del empeine pero recomendaría cambiar el pase por la presilla que viene hecho de serie y, en lugar de dejarlo en el cambio del tercer al cuarto par de ojales, se lo haría en el siguiente, al saltar del cuarto al quinto. De esa forma queda mejor sujeta y evita que se baje como pasa si la dejas tal como viene.
Ya en la parte trasera, tenemos un collar relativamente acolchadillo y bastante holgado con lo que es posible que algunos tengan que recurrir al ojal adicional, sobre todo si no consiguen dar con el ajuste del mediopié que desean.
En lo que sí sacan buena nota es en el tema de la durabilidad o, al menos, no le he detectado problema alguno para resistir ente los roces y golpes que puedan recibir.
No obstante, pensando en un uso mucho más prolongado que el que le he podido hacer para esta prueba y en los corredores de algo más de peso que hacen ceder a las Merrell Rubato mucho más que yo, creo que la zona en la que están las ranuras de flexión pueden acabar generando alguna rotura prematura.
Apostaría a que esto puede convertirse en un problema coincidiendo con la ranura más cercana a la puntera en el exterior y con la más cercana al arco en la parte interior aunque, como digo, es más una apuesta que una certeza porque en mi caso no ha llegado a pasar.
Horma
La horma de las Merrell Rubato es amplia, en general, pero hay que ponerle algún que otro asterisco o warning para que no haya sorpresas.
El antepié es la parte que mejor sigue lo que uno se espera viendo la apariencia que tiene ya que ofrece espacio más que de sobra para todo tipo de pie.
De hecho, como he comentado en el apartado del upper, casi se me hace hasta excesivo el espacio, tanto a lo ancho como a lo alto, problema debido sobre todo a la falta de adaptabilidad del upper.
En la zona media también hay espacio pero cuidado con el arco porque se nota claramente su presencia, tanto, que quienes lo tengan bajo o sensible pueden llevarse una sorpresa ya no solo de cara a sentirlo más de la cuenta sino en forma de rozaduras. De hecho, las desaconsejaría para arcos bajos.
Y en la parte trasera, dimensiones más o menos estándar pero con un collar un pelín bajito lo que, sumado a la amplitud que tiene, puede requerirte que utilices el ojal adicional.
No obstante, esto tiene una fácil solución: cambiar la plantilla de serie que, al ser de seis milímetros desalojaría muchísimo espacio y bajaría el pie bastante.
De hecho, es una acción que barajaría muy mucho porque la plantilla no es santo de mi devoción ya que, aunque ofrece un plus interesante de amortiguación, creo que penaliza la transpirabilidad y frescura de la planta del pie amén de que empapa bastante líquido si se moja.
La parte positiva es que, gracias a ese gran grosor, los que necesiten ponerle plantillas personalizadas lo tendrán algo más fácil que con otras zapatillas, pues al quitarlas entiendo que quedará espacio más que suficiente para albergar las nuevas.
En cuanto a la talla, de largo van algo justillas así que no descartaría la posibilidad de subir media tallita USA respecto a lo habitual.
El problema es que eso implica también un aumento del espacio en global con lo que el pie podría quedar aún más sueltecillo.
Así que probadlas con calma y prestando mucha atención a cada una de las dimensiones, no vaya a ser que por sentirlas muy amplias a lo ancho optéis por mantener la talla o incluso reducirla y metáis la pata y, en caso de duda, tomad como referencia el largo y buscad aquella talla que os deje delante el espacio suficiente que, como solemos recomendar por aquí, debería ser de un centímetro o centímetro y medio (o el ancho de un dedo si os es más fácil verlo y medirlo de esa forma) desde vuestro dedo más largo hasta la puntera de la zapatilla.
Dinámica de las Merrell Rubato
No te agobies en las primeras puestas con las Merrell Rubato, que no te decaigan las ganas de quererlas si notas algo raro en la zona media, como un bultillo, y no desistas en tu afán por dominar al upper que seguramente se te antoje tosco.
Una vez hechos los primeros ajustes y después de andurrear un poco con ellas, asegúrate de tener hecho el doble nudo para que no se te desaten los cordones y sal a hacer un trotecillo suave y corto con ellas, verás cómo cambia completamente lo que sientes con ellas.
Las irás notando cada vez más amortiguadas y confortables, te sentirás muy seguro, ya no solo por la protección que te ofrecen sino también por el excelente agarre que sentirás y, cuando te des cuenta, seguramente ya estés corriendo a unos ritmos medios o incluso habrás dado algún que otro aceleroncillo para ver cuánto son capaces de correr.
No obstante, no te obsesiones con su velocidad porque no son para volar bajo, disfruta más de esa agradable recepción que te brindan y aprovecha bien el impulso que te pegan para que puedas salir lanzado hacia la siguiente zancada.
No les exijas cambios de ritmo muy marcados ni hagas giros bruscos, trata de aprovechar mejor la energía cinética que ya tienes adquirida y verás como fluyen mucho mejor.
Para tantas veces necesites para ajustarte bien el upper para que el pie no deslice porque, si no, el pie puede ir deslizando un poquito y eso ya sabes que puede acabar en rozaduras o incluso ampollas.
No te preocupes en exceso por esquivar las piedras sino todo lo contrario, tómale la medida a su protección porque, aunque te he dicho que no se le echa en falta la placa antirrocas, sé que estás dudando así que compruébalo por ti mismo.
Además, aprovecha que la suela dura mucho así que dale tanta candela como quieras y atrévete a ir por esas superficies que normalmente evitas para que no se te gaste la suela más rápido que un cubito de hielo en un whisky on the rocks.
Así que, reutilizando parcialmente lo que dije en la introducción a modo de conclusión: si quieres unas zapatillas de trail running polivalentes, de concepción maximalista, amortiguadas pero sin mucho recorrido, relativamente respondonas y ligeras y con una suela infalible y a prueba de bombas, echa un vistazo a las Merrell Rubato, sobre todo si eres aficionado a las medias y largas distancias por terrenos no excesivamente exigentes.
Usuario tipo de las Merrell Rubato
- Las Merrell Rubato son para los corredores de cualquier peso que quieran unas zapatillas de trail running de concepción maximalista, neutras, zero drop pero con perfiles altos, rodadoras, muy amortiguadas y confortables pero también con cierto toque de respuesta, gran protección y agarre excelente para poder correr por prácticamente cualquier terreno que apetezca a ritmos medios o lentos.
- Buena opción como zapatillas para entrenamientos y competiciones de media y larga distancia, léase ultras.
- Interesantes para quienes quieran pasarse al zero drop o probar sensaciones con él reduciendo mucho los posibles efectos secundarios o riesgos que implica a veces la bajada de drop si no se está acostumbrado a él.
Merrell Rubato
Lo mejor
- Agarre de la suela excelente en todas las superficies y condiciones.
- Buena durabilidad de la suela.
- Amortiguación bastante confortable (cuando ya ha entrado en calor y se ha “atemperado” un poco).
- Son unas rodadoras incansables.
- Ofrecen mucha protección bajo los pies.
A mejorar
- El upper es algo tosco y le falta adaptabilidad.
- Los cordones son toscos y se desatan si no les haces el segundo nudo.
- Puede costar un poco acostumbrarse al diseño de la mediasuela porque pueden dar la sensación de tener un “bulto” en la zona media.
Hola Morath!
No se si habéis podido probar ya las Merrell Agility Peak 4, el caso es que, de ser así, me gustaría saber cómo las compararíais.
Yo es que tengo esas Agility Peak 4 y para correr largo y zonas no muy técnicas, me flipan! Pero siempre voy buscando zapas lo más amortiguadas posibles.
En este sentido, CREO que el compuesto de la media suela es el mismo en ambas, no?
De ser así, en ese punto, estas Rubato serían una versión más amortiguada aún de las ya cómodas Agility Peak 4, verdad?
También me gustaría saber qué diferencia habéis notado en cuanto a horma.
Muchas gracias de antemano y un saludo.
Alberto, no he probado las Agility Peak 4 así que no te las voy a poder comparar adecuadamente pero no creo que las Rubato te den nada que no tenga ya, no haría el cambio si te encuentras a gusto con las que tienes porque, por lo que cuenta la gente, son de lo mejorcito de la marca mientras que las Rubato, a mi juicio, se quedaron un poco ahí en tierra de nadie.
Gracias Morath!
Pues si, creo que tienes razón. La verdad es que en lo que va de año me he gastado una pasta en zapas, y he tenido unas Hoka Mafate 2, Hoka Speedgoat, Altra Olympus, Hoka Challenger ATR5, además de unas Sportiva Akasha que ya tenía de antes… y las que mas me han sorprendido con diferencia han sido esas Merrel Agility Peak 4, y con diferencia!
Me parece un zapatillón para largas distancias poco técnicas (aunque sujeta el medio pié de una manera tan excelente que igual hasta me atrevería con alguna zona complicada con ellas de la seguridad y sujección que dan), y la mediasuela es una pasada.
Es mas… me gustaron tanto que a la semana siguiente volví a la tienda y me compré otro par, jajajaja.
Pero creo que al ser Merrel y no tener quizás tanto «nombre» como otras marcas en este mundillo (salvo para quien venga del minimalismo), quizás pasarán un poco injustamente desapercibidas.
Bueno, pues si, creo que tienes razón… seguiré con ellas, que además me va de lujo!
Un saludo.
A Merrel le pesa mucho la fama de minimalista y los que no quieren eso no le prestan atención a los otros muy buenos modelos que tienen… y, al revés, muchos minimalistas reniegan de ella porque no es minimalista pura.
Una pena porque tiene zapatillones aunque también es cierto que con algunos modelos se queda ella misma en tierra de nadie como con estas Rubato :-S
Gracias Alberto!! La review de las Agility Peak 4 la publicaremos dentro de unas semanas, pero será otro probador, así que no podrá comparar directamente 😉 Un abrazo!!
Genial!
A ver si coincide con mis sensaciones. Cada uno somos diferentes, pero para mí, un absoluto zapatillón (que pasará injustamente desaparecido para la mayoría), y que gana por goleada en muchos aspectos a otras zapas destinadas también a corredores y terrenos similares.