Una de las corrientes más fuertes en el calzado deportivo actual de running es, sin duda, la sostenibilidad. Todas las marcas prácticamente sin excepción tienen un compromiso de futuro con el medio ambiente a un nivel u otro, pero desde luego es una tendencia clara e imparable.
Independientemente de si crees o no en el cambio climático o de los motivos por los que se produce, lo que es innegable es que cualquier esfuerzo para reducir el impacto de la producción de un producto consumible debería ser algo importante en el proceso, y creo que ponerse un objetivo de impacto cero es algo que todos deberíamos valorar a la hora de comprar dichos productos.
Mizuno nunca fue de esas marcas vocales o situadas en primera línea de defensa del medio ambiente, pero ya en 1991 lanzó un proyecto denominado Crew 21 con el que ha ido alcanzando metas sostenibles, tanto en manufactura como en producto, siendo una de las pioneras en este ámbito y que pretende ser neutral en emisiones de carbono en 2050 (2027 para el running).
Para lograr eso hay que ir dando pasos importantes, de ahí que este año nos haya presentado su línea NEO y lo cierto es que nos ha sorprendido muy gratamente.
Mizuno se une a la corriente medio ambiental, algo que desde un punto de vista empresarial, dados los nuevos requerimientos y el gran hincapié político, mediático y legal que se está haciendo para reducir el impacto ambiental, es lógico que las marcas empiecen a experimentar con técnicas, materiales y soluciones ecológicas porque es, simplemente, el futuro que les espera si quieren seguir produciendo en los próximos años.
No es que todas las marcas se vuelvan ecológicas de repente, sino que las regulaciones y la ética social les están forzando de alguna manera a ello.
Pero, lo que nos ha sorprendido un poco de Mizuno, es el esfuerzo tan profundo que ha hecho en esta línea Neo porque no se ha dejado un solo paso por cubrir y, de hecho, ha ido más allá, asegurando, gracias a su asociación con The National Forest que, por cada par vendido de la línea Neo, van a plantar dos pinos de hoja larga para ayudar a que el CO2 de sus productos, por bajo que sea, se recicle de manera natural mediante la reforestación y así tener equilibrio sostenible en la producción.
Mizuno ha plantado 100.000 Pinos en Georgia (USA) que absorberán CO2 durante 90 años para compensar los 51.178 pares de la colección NEO que van a producir en un año (29.170 pares de la Mizuno Wave Neo Wind).
Chasis y mediasuela
No cabe duda de que la Neo Wind que hoy analizamos tiene un ADN derivado totalmente de la Mizuno Wave Rider 26, la gran zapatilla de Mizuno, y nos parece coherente que, si quieren darle un empujón a esta línea sostenible, se haga ofreciendo un producto muy similar al más exitoso de la marca japonesa.
Así que, si sois fieles de la Rider, la Mizuno Wave Neo Wind es una variante similar, pero mucho más sostenible.
En cuanto a perfiles de mediasuela, tenemos 35 mm en talón y 23 mm en antepié con un drop generoso y clásico en Mizuno de 12 mm.
En la base: 112 mm en antepié y 93 mm en talón, datos sorprendentes ya que en la parte delantera tenemos muy poco flare.
Si habéis utilizado alguna de las versiones de la Rider en sus últimos años, la Neo Wind os resultará una zapatilla muy familiar porque podría ser perfectamente una Rider en cuanto a sensaciones de estabilidad, tacto, drop y perfiles.
No obstante, tenemos ciertos cambios respecto a su famosa hermana y es que, por ejemplo, en la mediasuela vemos diferentes espumas y una placa con geometrías retocadas.
Mientras que la Mizuno Wave Rider 26 tiene una mediasuela de Enerzy y U4iC, la Neo Wind cubre la mayoría de su chasis con Enerzy Lite y deja un hueco debajo del talón para una espuma más consistente.
El Enerzy Lite es un material ligero y sostenible. Mizuno utiliza sobrante de aceite de ricino de granjeros indios que ha logrado combinar con un polímero elastómero para crear una espuma sostenible y con un rendimiento excelente.
Tanto es así que esta espuma, Enerzy Lite, es probablemente la mejor parte de la Neo Wind. Me esperaba unas sensaciones similares a la Rider 26 y, si bien es cierto que las similitudes son innegables (al fin y al cabo, geometrías, placa y demás son similares), el Enerzy Lite es claramente más elástico, ligero y mejora la percepción del corredor en cuanto a tacto hasta un nivel donde la transición pasa de ser aceptable a ser buena.
Debajo del talón tenemos otro material, Enerzy, otro tipo de espuma desarrollado por la empresa Boom, que ofrece varias espumas que salen de la biomasa del exceso de algas marinas.
Este exceso derivado de actividades humanas afecta al ecosistema marino y, de esta manera, se alivia un poco esa carga nociva para manufacturar productos sostenibles, haciendo así que todo el proceso de crear la Neo Wind sea, no solo sostenible, sino beneficioso para el planeta en varios ámbitos (menos algas nocivas, espuma reciclable y orgánica, se plantan árboles para contrarrestar la huella de CO2, etc.).
En cuanto a la placa Wave, es una placa de Pebax Rnew fabricada por Arkema y cuyo material deriva de las semillas de aceite de ricino que dieron lugar al Enerzy Lite y, por tanto, es totalmente vegetal.
Esta placa es similar a las que ha estado utilizando la Rider últimamente, pero tiene ciertos cambios:
- Es bastante plana en talón, haciendo sobre todo las funciones de estabilidad.
- Tiene dos zonas de más grosor, más reforzadas y que se sitúan en la zona media, sujetando mucho el pie en la zona del arco tanto internamente como externamente, lo que contrasta con la Mizuno Wave Rider 26, que solo tiene el refuerzo en el interior.
Mizuno no solo ha decidido sujetar mejor el pie con la placa sino que la espuma Enerzy Lite sube más que en la Rider 26 en la zona del talón, sujetando mejor el calcáneo, probablemente para compensar un poco el uso del Enerzy Lite (material menos denso y ligeramente más inestable que el Enerzy de la Rider 26), además de compensar el upper de knit con pocos refuerzos: lo cierto es que no le falta estabilidad a la zapatilla.
En cuanto al peso, se va hasta los 241 gramos en talla 9 US y 280 gramos en talla 10 US, siendo 40 gramos más ligera que la Mizuno Rider 26. Y es que el uso del Enerzy Lite, la ausencia de tintes, de flare y la suela G3 logran datos muy buenos en cuanto a ligereza, lo que ayuda a que la Wind se note ágil y cómoda.
Suela
La suela de la Mizuno Wave Neo Wind es una parte interesante para entender que Mizuno es una empresa seria. Siempre lo ha sido y es una de las pocas marcas de running en las que el corredor siempre es lo más importante y satisfacer su clientela fiel es crucial. De ahí que siempre hablemos de mizuneros: si te gusta la marca, sabes lo que obtienes porque Mizuno no te va a fallar.
Esa filosofía es la que vemos en la suela de la Neo Wind ya que Mizuno ha estado cuatro años intentando lograr una suela duradera y con buen agarre pero que sea sostenible y no ha conseguido que ningún compuesto cumpla con sus estrictos estándares de durabilidad, algo que es más que conocido por cualquiera que lea nuestras pruebas: Mizuno hace las zapatillas más duraderas y, en el proceso de creación y diseño de la Wind, se encontraron con una duda, ¿sostenibilidad o rendimiento? Mizuno ha optado por lo segundo.
La suela de la Wind es espectacular, cuenta con un caucho G3 que a algunos les sonará de la Rebellion o de otros modelos de competición antiguos, como la Ronin, pero lo cierto es que el G3 no es más que un caucho ligero con buena adherencia y para la Neo Wind le han dado una densidad más baja y lo han hecho más agradable (el G3 que conocíamos era poco menos que un taco muy duro solo apto para zapatillas de competición y que, además, hacía mucho ruido).
El G3 de la Neo Wind es ligero pero viene en dos variantes, G3 de baja densidad y G3 DR, ligeramente más firme (73ºHa por 68ºHa del G3 normal) y que se sitúa en las zonas de principal desgaste.
Gracias a este G3, la zapatilla no gana mucho peso pero sí tiene mucha durabilidad a pesar de tener un taqueado agresivo y que tracciona de maravilla en tierra o asfalto.
Además, Mizuno no ha escatimado y ha recubierto toda la zona delantera y trasera con caucho G3, haciendo de la Neo Wind una zapatilla increíblemente duradera, llevamos apenas 100 km con ella pero creo que vamos a llegar a los 1000 km más que probablemente.
La durabilidad de una zapatilla tiene un impacto directo en el medio ambiente: cuanto más duren, menos zapatillas compramos, menos materiales tienen que degradarse, menos huella de carbono dejamos y un largo etcétera. Y, como he dicho en la entradilla, a Mizuno no se le ha escapado nada en este modelo: ha llegado hasta los extremos más locos para hacer una zapatilla con un rendimiento excelente pero lo más sostenible posible (incluso la caja es de cartón reciclado).
Upper
Es innegable que, nada más ver la Neo Wind, se nos viene a la mente la Rider Neo y es que es el modelo que inspiró la creación de la Neo Wind ya que era la zapatilla top cuando este proyecto sostenible de la línea Neo comenzó (hace ahora cuatro años).
Es un upper de knit completo y elasticidad media salvo en la lengüeta, que es muy elástico.
Esta elasticidad se logra a base de aplicar hilos de poliéster gruesos o no en combinación con el hilo de poliéster normal, que forman un entramado más o menos elástico, dependiendo de dónde Mizuno quiera que este WaveKnit dé soporte o sea adaptable al pie.
Lo cierto es que para ser un upper de knit no es muy compresivo. Sí se ajusta bien al pie, como un calcetín pero de manera natural y agradable. No es agobiante en ningún momento y, además, deja cierto espacio para que el pie se pueda expandir.
Este hilo de PET (tereftalato de polietileno) es 100% reciclado y no utiliza tintes, por lo que no consume agua para colorear la zapatilla. De hecho, tanto la Neo Wind como la Neo Ultra son zapatillas de color blanco roto, muy identificativo de los materiales reciclados.
Todo el upper es un botín y cuenta con un sistema de cordones de cinco agujeros que hace bien su trabajo y que se ve apoyado por los logotipos de Mizuno (runbird) termosellados y un contrafuerte interno en talón con una buena rigidez, pero sin llegar a ser extremadamente contundente como otras Mizuno.
Todo el recubrimiento interno también es PET reciclado y cuenta con unos acolchados agradables y bien situados, tanto que aportan mucho confort, más que el de la mayoría de uppers de knit de zapatillas rivales.
No es que el recubrimiento interno sea muy lujoso, pero es lo esperado de momento en zapatillas con un 60% de materiales reciclados como la Neo Wind y, como digo, ni falta que hace, es muy agradable en el talón.
Pocas pegas le podemos poner al upper de la zapatilla. Si te gustan los uppers de knit, el de la Neo Wind funciona muy bien porque no es agresivo y sí agradable, confortable, sostenible y, al no ser muy elástico, hace que sus agujeros se mantengan relativamente abiertos y dejen pasar aire al interior.
Además, como no es un upper agobiante, el aire puede refrigerar bien el pie. No es que las Mizuno generen mucho calor de mediasuela, pero esta Wind sí es más elástica que una Rider y, aun así, está lejos de tener problemas de exceso de calor o falta de ventilación.
Horma de la Mizuno Wave Neo Wind
Es una Mizuno con un ADN 100% Mizunero, así que como comprenderéis, la horma cumple punto por punto lo que nos esperamos de una zapatilla de la casa nipona: buen ajuste, algo de espacio en el antepié, tallaje correcto y apta para muchos tipos de pie.
A pesar de tener un upper de WaveKnit, lo cierto es que la horma no resulta diferente a una Rider con engineered mesh, por poner un ejemplo. Es una horma Mizuno tal y como la esperamos, con espacio vertical para los dedos y espacio horizontal para expandir un poco los dedos.
Es ideal para plantilleros: ya sabemos que Mizuno no tiene arcos muy marcados y su horma algo generosa siempre beneficia al usuario de soporte plantar personalizado.
La plantilla, lógicamente desarrollada por Broom y totalmente sostenible, es de un material denominado Rise, una EVA ecológica, densa, con una dureza de 55ºHc, un peso de 21 gramos y un perfil de 3.2 mm. Es una plantilla un tanto inusual en mediciones pero duradera y funciona muy bien en general.
El tallaje es el normal en cualquier Mizuno y diría que, en la gran mayoría de casos, usar la misma talla US que en otras marcas sería la opción correcta. Para los de pie más estrecho quizá media talla menos porque, desde luego, la zapatilla no talla pequeña.
No le veo una horma compleja ni rara, es muy natural para un pie de anchura normal o ligeramente ancho. Quizá los corredores de pie estrecho sean los que más problemas tengan, sobre todo a ritmos rápidos ya que no recibirán mucho soporte por parte del upper que, además, al ser knit, tampoco controlará movimientos muy bruscos.
Otro punto a tener en cuenta es que, si eres un corredor que tiende a sufrir rozaduras en la zona del Aquiles, la Neo Wind es algo alta en esa parte. Aunque es cierto que tiene buenos acolchados, con un calcetín bajo quizá alguien pueda tener problemas en esa zona, aunque será algún caso testimonial.
Amortiguación
Me ha sorprendido gratamente porque, al verla, es innegables que parece y hasta se siente al principio como una Rider, que no es malo y, habiendo probado la Rider 26 recientemente, no esperaba que hubiera nada novedoso, ¡pero vaya si lo hay!
El Enerzy Lite es toda una adición a este modelo. No solo es más ligero sino que se nota más agradable al tacto, más blando, más elástico, con mejor dinámica y mejor retorno de energía. Básicamente todo lo que le puedes pedir a un material de mediasuela.
No es que la Wind y la Rider sean polos opuestos pero imagínate una Rider en la que el drop pase más desapercibido al ser la capa superior más blanda y elástica, más silenciosa y con una transición más fluida y todo ello 40 gramos más ligera.
Cuando vi el precio de la Neo Wind, la primera cosa que me vino a la mente fue si alguien iba a pagar treinta euros más por la Wind solo por ser sostenible, pero lo cierto es que no es, ni mucho menos la única razón, la Neo Wind es una Rider mejorada: más duradera, más ligera, más sostenible, más elástica y más amortiguada. Entonces, si eres fan de la Rider o de Mizuno, 30 € de diferencia ya no parecen tantos.
Aun es pronto para ver si el Enerzy lite puede durar esos 1000 km que espero de la suela con una amortiguación competente pero, conociendo la obsesión de Mizuno con el rendimiento, apostaría a que sí.
Como sorpresa, diré que el Enerzy del talón da unos datos de 60ºHc de dureza por los 50ºHc del Enerzy Lite, pero creo que se debe en gran parte a la dificultad de tomar las medidas de dureza por las geometrías de la zapatilla y la influencia del Wave y otras piezas. Desde luego que la Wind se nota algo más blanda que esos datos: como digo, me ha parecido más cómoda, blanda y profunda que la Mizuno Wave Rider 26.
Conclusión
Cuando recibí la Mizuno Wave Neo Wind, ya dos personas diferentes me habían dicho que les había gustado la zapatilla. Es algo a lo que no le suelo dar mucha importancia, pero me sorprendió porque generalmente no hablan así de una Mizuno en cuanto a comodidad: nunca han sido el paradigma del confort (al menos, hasta hace tres o cuatro años).
Y, cuando me las calcé para caminar y hacerlas un poco al pie los primeros días, lo cierto es que tampoco me dijeron nada que no hubiese experimentado en la Rider 26 (quizá el upper muy cómodo, pero la Rider Neo también lo tenía).
Ahora bien, una vez empiezas a correr, aunque sabes que estás sobre una Mizuno indudablemente, hay algo nuevo: un tacto más elástico, con algo más de pegada y profundidad y con una transición más fluida y agradable a pesar de tener el drop alto en contra.
Creo que, como he dicho antes, el resumen de estas Neo Wind es sencillo: es una Mizuno Wave Rider mejor y, encima, sostenible.
Usuario tipo de la Mizuno Wave Neo Wind:
- Corredores de entre 65 kg y 85 kg con plantilla personalizada o pisada neutra que busquen una zapatilla de drop alto para entrenamientos o competiciones largas, que sea polivalente y fácil de mover pero, a la vez, amortiguada y rápida para ritmos más lentos de 4:10/km.
Mizuno Wave Neo Wind
Lo mejor
- El Enerzy Lite le da un tacto muy bueno
- Ligereza, ajuste y confort
- Gran esfuerzo para lograr un producto muy sostenible
- Suela de gran agarre y bajo peso
A mejorar
- Drop alto y falta de contención a ritmos altos o con pie estrecho
- El precio es algo elevado
- La sostenibilidad limita las opciones de color