Esta Lunarglide es la sexta versión de una zapatilla que, en muy poco tiempo, se ha convertido en una superventas y en un referente, quizá no entre los puristas del running, pero sí es un modelo que ha dado muchas horas de alegrías a gente que corre ocasionalmente, regularmente o que, simplemente, quería unas zapatillas deportivas para uso cotidiano, gimnasio o caminar.
La Lunarglide nació con una estrella y la verdad es que no ha perdido ni un ápice de su atractivo inicial. Una zapatilla amortiguada, estable y con buen diseño han sido la clave de su éxito. En esta sexta versión, Nike no ha querido alejarse de ese guión y nos presenta un nuevo modelo de una de sus zapatillas estrellas y, como no podía ser de otra manera, en su desarrollo han buscado la mejora en esas claves que definen la personalidad de la Lunarglide.
Pero en esta ocasión es diferente, cada año la Lunarglide se nos presentaba como un modelo más estable, más ligero y más amortiguado, llegó a un punto en que la amortiguación era tanta que incluso preferías no tener esa cantidad de recorrido debajo del pie, la Lunarglide 5 tocó techo en ese sentido, así que Nike ha querido revolucionar un poquito el modelo en esta nueva versión aplicando cambios muy significativos y que van a sorprender a todos.
Es posible que esos cambios se deban a muchas de las críticas de cierto sector del running sobre las zapatillas de Nike, que si no son tan especialistas, que no pueden competir con otras marcas….etc, la Lunarglide cuenta con una serie de características que parecen hechas expresamente para tapar todas esas bocas críticas, y veremos por qué.
Chasis y mediasuela
Nike nos presenta un diseño muy atractivo de mediasuela, con tres colores que contrastan de manera llamativa y que marcan otras tres zonas concretas de la zapatilla.
Si nos fijamos, en el talón vemos el Dynamic support. Esas cuñas enfrentadas en la que la parte interna es más densa que la externa, consiguiendo así un apoyo al pie mejor y evitando cierto nivel de pronación, ya no existe, es algo que queda en modelos anteriores y que Nike ha sustituido pero ha querido «ocultarlo» detrás de ese diseño de diferentes colores.
En realidad, la mediasuela de la Lunarglide 6 se compone de sólo dos materiales: Phylon y Lunarlon.
Phylon: este material evolucionado de la EVA es clásico en muchos modelos de Nike y en la Lunarglide 6 es el que rodea el talón formando una especie de U o bañera. Rodea el talón y forma las paredes laterales que vemos en color azul y negro, tiene una dureza de 58º por lo que podéis imaginar que es algo firme, más de los 50º que de media que solemos encontrar en otros modelos.
El Phylon tiene un interior hueco al formar esa U, y dentro de esa U, rellenando el hueco, tenemos el otro material de mediasuela, el Lunarlon.
El Lunarlon es el material más utilizado en la Lunarglide, la recorre desde el talón hasta el antepié. Estéticamente sólo lo apreciamos en color blanco de tal manera que parece que se inicia en el mediopié y aumenta su presencia hasta la puntera. La realidad es diferente, el Lunarlon va desde el talón y aumenta en la zona media poco a poco hasta ser el único material presente en el antepié. Es un material algo más blando, alrededor de 45º de dureza, que se traduce en una amortiguación muy agradable y suave y, cómo no, en un mayor recorrido de la amortiguación.
Por tanto, en la Lunarglide 6 tenemos una zapatilla que engaña a primera vista, parece que mantiene ese diseño de cuñas superpuestas y enfrentadas que hemos visto en modelos anteriores y en otros como la Structure, pero en realidad es un diseño mucho más clásico, similar al de las primeras Lunarglide.
¿Es malo, es un paso atrás? Todo se reduce a preferencias, pero desde un punto de vista objetivo, la Lunarglide 6 es una zapatilla mucho más completa y seria que sus predecesoras, el nuevo diseño la ha transformado en un modelo tremendamente estable, no estable dentro de Nike, sino muy estable dentro del panorama global del running.
Respecto al perfil de la zapatilla, tiene 17 mm de antepié y 27 mm de talón, con un drop de 10mm. Es muy sorprendente el dato del perfil en esta zapatilla, es más de un 10% más baja que la mayoría de sus rivales, 17 mm de antepié es un dato muy bueno para una zapatilla con la amortiguación de la Lunarglide, y 27 mm también está genial, siempre inferior a la media de su segmento. Había escuchado que el acercamiento al suelo del pie era algo que Nike quería conseguir con la Lunarglide 6, convertirla en una zapatilla más beneficiosa para un correr natural y, aunque esta última parte no creo que puedan conseguirla con esta zapatilla por propio concepto del modelo, la rebaja del perfil es un dato sorprendente, pues es probable que ayude mucho a conseguir la estabilidad que transmite la zapatilla, a más altura más difícil es conseguir un modelo estable y la Lunarglide 6 lo es y mucho.
Hay un tema especialmente importante al hablar del chasis de la Lunarglide 6, pues en teoría la zapatilla debería ser un modelo con cierto apoyo contra la pronación, algo que debería dárselo el Dynamic Support, ese juego de cuñas contrapuestas de diferentes densidades. Sin embargo, no considero a la Lunarglide 6 una zapatilla que corrija la pronación ni mucho menos, es más bien una neutra estable, es cierto que el upper apoya y contribuye a buscar una zapatilla con cierto apoyo, pero nunca se le podría considerar una zapatilla para pronadores puesto que el chasis es neutro.
¿Miente Nike? Pues la verdad es que en las especificaciones oficiales no habla de que el Dynamic Support sean esas cuñas contrapuestas, e incluso en la zapatilla el Dynamic Support aparece escrito en la pieza que rodea el talón, así que no puedo decir que Nike mienta, pero sí adorna un poco la realidad y lo hace más que nada por estética o reputación, porque la Lunarglide 6 es mejor zapatilla que las anteriores. Cuestiones de marketing supongo.
Suela
El diseño de suela de las Lunarglide 6 también viene muy cambiado respecto al modelo anterior. La Lunarglide 5, si tenía un punto a mejorar era su agarre y durabilidad, ya lo comentamos en el análisis de ese modelo en su momento.
Nike tampoco debió acabar muy contento con esa suela, ha decidido darle un giro y utilizar un concepto en el que ya venía trabajando y que hemos visto en modelos como la Flyknit Lunar 2, se trata de un diseño innovador basado en un mapa de presiones que utilizan en el Nike Lab.
Cuando hacen las pruebas de pisada a los deportistas de Nike, ya sea para desarrollar un producto o para hacer calzado customizado para ese atleta, en Nike (y en otras marcas) se utiliza, entre otras cosas, un programa donde quedan registrados los datos que hace el pie contra una superficie, estos datos son dinámicos por lo que ofrecen precisión milimétrica sobre el reparto de presiones del pie de un atleta, cómo las cargas se distribuyen en las diversas biomecánicas.
En el running han llegado a la conclusión que la presión se concentra en la zona central del antepié y luego se reparte ligeramente hacia el interior según avanza el ciclo de pisada. Pues bien, Nike ha diseñado una suela que imita el reparto de presiones que más o menos han considerado universal después de muchas pruebas, y han dotado a la Lunarglide 6 de un dibujo de antepié que simula o imita ese mapa de presiones, así tenemos un dibujo en el que hay un taco central que sería la zona de máxima presión y tres curvas concéntricos repletos de tacos y separados por surcos que se rodean entre sí y, lógicamente, al taco central, lo que dota a la suela de una flexibilidad vertical muy buena, pues hay una especie de efecto «pistón» (como lo denomina Nike) y también permite a la zapatilla cierta facilidad en la flexibilidad horizontal, como hace el pie al extenderse hacia los lados.
La flexibilidad clásica es buena, pero no la pondría de ejemplo, aún así es bastante adecuada, y es que no es fácil conseguir una flexibilidad sobresaliente con ese mapa de presiones como dibujo, pues la zona central de la zapatilla, al ser la zona clave, tiene bastante consistencia.
La parte central es plana y sin protección de caucho, al ser plana convierte tiene contacto continuo con el suelo, sin un arco marcado ni necesidad de una pieza de TPU. Es la parte que más va a sufrir el desgaste, pero la importancia de esto es relativa pues aunque se afee con el paso del tiempo no va a ocasionar inconvenientes al rendimiento.
La parte trasera sí es más similar a la Lunarglide 5, con un talón compuesto de placas de BRS 1000 para garantizar la durabilidad.
Nike no ha utilizado el sistema Waffle en la Lunarglide 6 y, aunque su agarre no es su fuerte, tampoco se puede considerar como malo, es suficiente, sobre todo si no se corre por superficies muy sueltas.
En cuanto a la durabilidad, creo que es otro aspecto mejorado, no la he gastado hasta el final de su vida -pues me llevaría meses-, pero los síntomas de desgaste es que sin ser un ejemplo de durabilidad a nivel global, sí es una mejora respecto al año pasado, me baso en dos puntos:
- En primer lugar, el BRS 1000, especialmente en el antepié, tiene una dureza de 82º, dato bastante bueno, lo que hace pensar que no tenderá a desgastarse tan fácilmente. En el talón es igual de duro y, a pesar de ello, la amortiguación no se resiente en el antepié gracias al nuevo Lunarlon.
- El otro punto es la mediasuela del talón, esa U o bañera de Phylon consistente hace que la Lunarglide 6 no tenga unos materiales excesivamente blandos con lo que el paso del tiempo no comprimirá tanto la zapatilla.
No es que vaya a ser el paradigma de la durabilidad, pero ya no tenemos esos problemas de desgaste tan prematuros. Si no recuerdo mal, estimaba que entre La Lunarglide iba a estar caput entre los 600 y 700 kilómetos, y en este nuevo modelo sí creo que se le puedan sacar, al menos, 100 kilómetros más de media.
Upper
La verdad es que la Lunarglide 6 ha pegado un cambio radical y no sólo en el apartado del rendimiento o del chasis, sino también en el upper con un diseño mucho más limpio y avanzado.
Los diseñadores de Nike querían hacer un upper más simple pero más moderno y funcional y vaya si lo han conseguido, no es que aporte nada que no se haya visto antes en el mundillo de las zapatillas, pero hasta ahora no había sido utilizado en el running de manera tan efectiva.
Me refiero principalmente a la malla de la Lunarglide 6. Es como cuando en un coche hablamos de carrocería autoportante, pues bien, la malla de la Lunarglide 6 es una malla autoportante también porque el propio diseño y concepto de la malla es lo que aporta estructura a la zapatilla ya que tiene varios componentes que aportan consistencia al upper. La malla podría dividirse en tres partes: malla externa, tiras de sujeción y calcetín interno.
La malla externa sería la malla negra ligera, fina, con multitud de agujeros y que a su vez protege las partes internas a las que me referiré en unos momentos, su extensión es casi completa pues abarca toda la zapatilla excepto la zona interna del contrafuerte de talón.
Las tiras de sujeción son la parte clave del upper, son unas piezas de espuma muy fina que van selladas a la malla externa, su número es muy alto y se pueden apreciar a simple vista, forman como un exoesqueleto interno donde cada tira nace de una parte del sistema de cordones y va a parar al chasis o al protector de la puntera, son muy flexibles y no son autónomas pues van fijadas a la malla externa, con lo que actúan en simbiosis con ella.
Estas tiras tienen suficiente consistencia como para mantener la forma del upper y también para darle forma, la puntera no tiene una pieza cosida ni rígida sino que está compuesta del mismo material que las tiras y no acaba ahí la cosa sino que todo el refuerzo del sistema de cordones también es de este material, que alberga los agujeros para que pasen los cordones y los cables del Flywire.
No es una novedad en Nike, pues ya lo llevan usando desde hace algunos años en las Hyperfuse de basket por ejemplo, pero han sabido transferirlo muy bien al running.
El calcetín interno, como su nombre indica, es una especie de idem, es un material de microfibra tupido que es el que está en contacto con el pie y así lo protege de rozaduras de cualquier tipo, también es donde va anclada la lengüeta de la zapatilla. Este diseño funciona a las mil maravillas pues mantiene la estructura, da apoyo, es anti rozaduras y deja pasar el aire sin demasiados problemas.
Los cordones son planos y muy sencillos, la plantilla es cómoda y de grosor correcto, cuenta con seis agujeros para los cordones, uno menos de lo habitual (el que falta es el auxiliar) que, a pesar de ello, no he tenido ninguna necesidad de él, así que creo que lo han resuelto bien, sobre todo porque el agujero superior está muy arriba y cierra bien el collar.
Otra tecnología famosa con la que cuenta la Lunarglide 6 es el Flyware. Ya hemos hablado del Flyware bastante, sobre lo resistente, fino y ligeros que son sus hilos y lo eficiente que resulta, la Lunarglide 6 hace uso de cinco cables de Flyware para complementar el ajuste del upper en la zona media, van desde cada uno de los agujeros de los cordones (excepto el superior) hasta el chasis, y el cable inferior es doble para dar extra de soporte en el ajuste de la zona de los juanetes.
Sus cables van por encima del calcetín interior y por debajo de la malla y el exoesqueleto del upper así que no tenemos riesgo de rozaduras, de hecho ni los notas pero su transmisión de tensión al chasis es muy eficiente.
El collar de la zapatilla es muy similar al del modelo anterior: suave, agradable y acolchado sin exageraciones, además el material que lo recubre es confortable al tacto y fricciona bien para evitar que el pie deslice.
Una de las partes más importantes de la Lunarglide 6 es el contrafuerte de talón. Para mí es la parte más importante del modelo y, ¿por qué digo esto? Por una serie de razones, Nike ha querido innovar mucho y jugar con las funciones que puede y no puede asumir esta pieza, y los resultados son contradictorios.
Por un lado, la estética es brutal, es una pieza muy bonita, ligera y que en marcha tiene la consistencia adecuada y abraza bien el pie.
Por otro lado, Nike ha querido que sea esta pieza una de las protagonistas de darle estabilidad a la Lunarglide, la ha sobreextendido por la cara interna hasta el arco, tanto es así que corriendo notas cómo te da muchísimo apoyo, tanto que parece una corrección de pisada en ciertos momentos. En mi primera salida me resultó hasta incómodo, era muy raro tener tanto apoyo por parte del upper, pero luego me fui acostumbrando y no tengo muchas quejas, sigue siendo algo diferente, pero al acostumbrarme a ese apoyo en la zona entre el chasis y el upper no me fue mal con ellas.
Ahora bien, tener tanto apoyo de una pieza de plástico sin un filtro (Eva o similares) es un riesgo para cierto tipo de gente. Aquellos de arco flexible o pie plano que sean muy susceptibles de molestias, ampollas y rozaduras en esa parte podrían llegar a tener problemas a la hora de correr con la Lunarglide 6. Algunos se acostumbrarán rápido y otros no lo harán, dependerá mucho de la demanda que se haga de apoyo, con mucha pronación el confort disminuirá al aumentar el apoyo por parte de la pieza. En cambio los neutros o pronadores leves, que al fin y al cabo son los usuarios tipo de la Lunarglide 6 podrán soportarlo e incluso gustarles ese apoyo de estabilidad que da el contrafuerte de talón.
Hay otros dos puntos que quisiera resaltar sobre el upper, lo primero decir que la parte interna del contrafuerte de talón no tiene refuerzo, nada más que un embellecedor de textil en forma de cuñas contrapuestas, lo que es una buena noticia puesto que el ajuste en el talón es bueno y, a su vez, se ahorra mucho peso de la zapatilla y, sobre todo, se gana un mejor equilibrio de pesos.
De todas maneras, no recomendaría quitarse o ponerse la Lunarglide 6 sin desatar puesto que si esa parte de textil coge vicio y empieza a ceder y doblar hacia el interior, entonces rozaría al talón, estos vicios de los que hablo aparecen en muchas ocasiones por pisar el collar al calzárselas, forzando al upper a doblarse de una manera para lo que no ha sido creado.
¿Por qué Nike ha quitado rigidez de esa zona? La respuesta puede ser complicada, creo que en primer lugar por reducir peso y por estética y, en último lugar, por funcionalidad. Si nos fijamos, el talón de la mediasuela es prominente, sale hacia el exterior (hacia atrás) más de lo habitual, lo que hace que se aterrice antes y se tenga más estabilidad en el talón. Supongo que han creído que, al ser una zapatilla para talonadores, más goma era mejor ya que así dura más la zapatilla y la convierten en un modelo más estable. Si lo unimos a la ausencia de rigidez en el interior de la pieza de talón, podemos tener un upper algo más flexible de lo que siempre hemos tenido ya que esa zona puede amortiguar ligeramente y adaptarse mejor dinámicamente a los movimientos del chasis. Y, aunque con ellas en los pies no se aprecia nada nuevo, quizá en las bajadas es donde más puede darse este efecto.
Horma
Nike siempre ha tenido la horma más estándar del mundo, básicamente porque al ser una compañía tan grande y que todos hemos tenido algunas Nike son, por decirlo de alguna manera, la referencia, la vara de medir.
La Lunarglide 6 cuenta con un buen ajuste de talón, es sorprendente lo bien que ajusta teniendo en cuenta lo minimalista que es el contrafuerte, pero la verdad que tanto por la forma alargada del collar, como el Aquiles tan protegido y por el buen hacer del contrafuerte, el ajuste es más que bueno en la parte trasera de la zapatilla.
En la zona del mediopié el ajuste lo aportan dos elementos principalmente, la altura no demasiado alta del upper y la sobreextensión interna del contrafuerte de talón, estos dos elementos controlan bastante bien el pie, si bien lateralmente no cuenta con una malla o un upper que restrinja demasiado.
Ésto se ve claramente en el antepie, en esta zona no existen ayudas para la malla de tres capas. Además, si nos fijamos, la anchura del upper es casi tanta como la base de la suela, es incluso más ancho el upper que la parte superior de la mediasuela, se puede apreciar como sobresale por los lados del Lunarlon, lo que significa que no es un modelo del que nos podamos fiar por las mediciones internas, porque las sensaciones que vamos a obtener son otras, es una zapatilla más ancha de lo que las mediciones dicen, no es excesivamente ancha, pero sí más que suficiente para un pie de anchura media como el mío.
En cuanto a la longitud, talla normal, no necesitas ni medio número menos ni tampoco más tallaje, es una Nike y no se sale de lo habitual en la marca de Oregon.
Amortiguación
La Lunarglide 5 era una de las zapatillas con más amortiguación del mercado, simple y llanamente, amortiguación blanda y mucho recorrido, lo que la hacía algo inestable, por no decir bastante.
Este concepto ha cambiado totalmente, la Lunarglide 6 es una zapatilla muy estable y bien amortiguada, pero no a los niveles de la Lunarglide 5, tenemos una zapatilla mucho más compensada y completa.
La amortiguación va a cargo del Lunarlon y del Phylon, ya hemos visto antes que el Lunarlon es más de 10º más blando que el Phylon de la Lunarglide 6 por lo que os podéis imaginar que las zonas con más Lunarlon serán las más amortiguadas, y no os equivocaríais.
El antepié es muy amortiguado, y cuando digo muy es casi a niveles de Lunarglide 5, eso lo sigue manteniendo, es blando e increíblemente agradable, si buscáis una zapatilla blanda de metatarsos pero estable, ésta es posiblemente la mejor opción (la Transcend no le va a la zaga).
En el talón la cosa cambia un poco, podríamos decir que el año pasado teníamos en la zapatilla lo mismo que este año tenemos en el antepié, pero en este nuevo modelo la estabilidad es la prioridad y, después, la amortiguación, ni mucho menos se echa en falta amortiguación en la Lunarglide 6, es una zapatilla bien amortiguada detrás, pero en la comparación con modelos anteriores el cambio es grande.
El talón, con la U de Phylon, cuesta más moverlo, y el Lunarlon también tiene menos sitio para expandirse al estar encapsulado dentro del Phylon, pero a pesar de que me llevó un cuarto de hora acostumbrarme, enseguida me hice con la amortiguación del talón y, una vez acostumbrado, no necesitas una zapatilla con más recorrido o más blanda, es suficiente para cualquiera. Otra cosa es que prefiramos un exceso de amortiguación como ofrecía el modelo anterior, en ese caso buscad otra zapatilla.
El único punto en este apartado que aún no me llena del todo es la transición. No me entendáis mal, la transición es fluida en cuanto a que no cambias de material en todo el ciclo de pisada, siempre tienes Lunarlon debajo del pie, lo que me gustaría ver en la Lunarglide 7 es más equilibrio entre cantidad de amortiguación delantera y trasera. Hay un ligero desfase entre ambas ya que la delantera es excelsa y la trasera es buena pero sin llegar a esos niveles, por lo general suele ser al revés y eso lleva tiempo.
Conclusión
Gratamente sorprendido por la Nike Lunarglide 6, una de las versiones más mejoradas del año, gana muchísima estabilidad y, aunque pierde amortiguación, aún mantiene más que suficiente para sus usuarios tipo.
El nuevo upper también funciona muy bien, es transpirable, muy confortable, anti rozaduras, con un diseño que particularmente me gusta mucho y, sobre todo, funcional.
Puede mejorar algo el ajuste y hay que tener en cuenta cómo interactúa la pieza del talón con la pisada, por lo demás la zapatilla rinde a gran altura.
Es posiblemente la mejor Lunarglide hasta la fecha, sigue manteniendo el guión de ser una zapatilla ligera (273 gramos), estable (ahora más que nunca) y amortiguada.
Gracias a la nueva estabilidad, el rango de usuario aumenta un poco, también gracias a la mejora de durabilidad, mientras que su uso recomendado se limitaría a caminos en buen estado y asfalto.
Usuario tipo
- Corredores neutros o plantilleros de entre 60 y 85 kg que busquen un modelo estable, ligero y amortiguado para sus entrenamientos a ritmos más lentos de 4.25 min/km.
- Pronadores leves o neutros que pronen al final del entrenamiento, con arcos medios o altos y hasta 85 kg de peso para entrenamientos a ritmos más lentos de 4.25 min/km.
Peso de la zapatilla: 273 gramos.
Tiene buena pinta para mi que fui usuario de la lunarglide 3. Ahora pruebo otras marcas. Por cierto, Jonatan, para cuando la prueba de la Brooks Glycerin 12? Como siempre, una review muy completa.
en un par de semanas
Muchas Gracias Jonatan . Esperamos la review.
Un saludo.
Enhorabuena por tu review Jonatan.
Una pregunta. Este modelo de Nike sería el recomendado para neutros puros? Lo pregunto porque aparte de las Flyknit Lunar (cuyo precio esta al alcance de muy pocos) no conozco que Nike haya hecho un modelo para este perfil de corredor como otras marcas (Adidas->Glide, Mizuno->Rider…). De ser así, en que medida afectaría la corrección de las Lunar a un neutro?
Un saludo
la lunarglide nueva corrije muy bien, no es para neutros.
La flyknit lunar está de rebajas en muchos sitios y es muy buena, la pegasus 31 tiene cierta pegada y luego tienes las elite
Hola jonatansimon, buenas noches
¿Cómo ves estas zapas para mí? ¿Me protegerán bien y no me darán problemas de lesiones o molestias?
Te detallo mis características:
Pronador leve, con pies planos, arco bajo, 1,80cm, entre 72-74kg. Km semanales: 50. Ritmo entreno: 4’30’. Ritmo competición: 4′ y a veces por debajo de 4′
Gracias y saludos
con arco bajo es dificil saber que es lo que te va a ir bien, las Lunarglide no son zapas para arco bajo, pero tampoco son malas para ese tipo de pies… las adrenaline si pronas mucho son una opción que a priori se ajusta mejor a ese pie y peso….respecto a ir sub 4…cualquier zapa de entreno va a ir mal a esos ritmo.
Hola Jonatan, servirían para un perfil similar de los usuarios de las inspire 11?
Pronador 1,75, 67 kg, me las recomendarías para rodar a 4.15 en maratón?
Un saludo y gracias
si valdrian, a 4.15 pueden ir aunque ya entrarias en zona Ds trainer como zapa más remendable