Las Scott Palani son unas zapatillas infravaloradas, algo que le pasa a la mayoría de las zapatillas de Scott, sobre todo las de asfalto, que son prácticamente desconocidas para muchos corredores; parece que sus zapatillas de trail running sí son algo más conocidas o, al menos, la gente parece que se sorprende menos cuando se las recomiendas para que las prueben.
Como he dicho tantas otras veces, creo que Scott no tiene el reconocimiento que se merece dentro del mundillo del running y es una auténtica pena porque tienen muy buen material, no sólo en zapatillas sino también, por ejemplo, en mochilas y, si bien es cierto que quizá no son en este sector tan top como pueden serlo en otros deportes como el esquí o el ciclismo, las propuestas que ofrecen bien merecerían que se les prestara un poco más de atención.
De hecho, si tiramos un poco de hemeroteca, podemos ver que ellos ya implementaban y defendían hace casi una década algunos de los conceptos que tan en boga están actualmente: zapatillas con diseño de mecedora, rodadoras, neutras pero estables, con gran base y que ofrecen mucho contacto con el suelo, amplias de horma, que permiten correr de mediopié sin ser excesivamente exigentes con la técnica…
No tenéis más que echarle un vistazo a las Scott T2C que puso a esta marca americana en boca de muchos (sobre todo triatletas), las Scott Race Rocker o sus sucesoras, las Scott Palani RC, que le metían un poco más de chispilla, o cualquiera de las numerosas encarnaciones de las Scott Kinabalu que tan buen resultado dan fuera del asfalto.
Afortunadamente, en el mundillo triatletoide sí que tienen algo más de acogida, al menos, en determinados mercados y, principalmente, entre los aficionados a la media y larga distancia (para el volumen de ventas global que tienen a nivel de marca, no está mal la representatividad que obtienen, por ejemplo, en el conteo de zapatillas del Ironman de Kona) así que quiero pensar que seguirán peleando con ahínco por subir posiciones y por ganar cuota de mercado.
Sinceramente, lo merecen y no lo digo sólo pensando en lo vivido con estas Scott Palani, que han sido mis primeras zapatillas de entrenamiento de esta marca, sino en los muchos y muy buenos kilómetros que he tenido con los cuatro modelos de Scott que ya había machacado previamente desde que calcé aquellas primeras Scott T2C que guardo con mucho cariño.
Ahora las vamos a ver con todo lujo de detalles pero, a modo de aperitivo y para que os vayáis poniendo en situación, os adelanto que las Scott Palani son unas zapatillas un tanto peculiares, unas de ésas que, o las amas o las odias, de ésas que no debes comprar sin haberlas probado antes bien en la tienda porque son muy contundentes y tienen un carácter muy marcado que, aunque van suavizándolo un poco con el paso de los kilómetros, está ahí latente en todo momento y que, igual que juega a su favor en temas como la estabilidad o la durabilidad, puede suponer que a algunos no termine de enamorarles por su reducida flexibilidad o adaptabilidad del upper.
Mediasuela
La mediasuela de las Scott Palani es un contundente bloque de una única pieza de Aerofoam Infinity, un derivado de la EVA que, en este caso, se siente en marcha más firme de lo que indican las mediciones de su dureza que se hacen en estático.
No es un ladrillo bajo los pies pero se nota claramente firme, sobre todo en el antepié, siendo algo más agradable en el impacto la zona del talón. Diría que el frío le hace volverse algo más duro y lo que sí se nota es que, sin perder esa firmeza, con el paso de los kilómetros se vuelve algo más amable.
Es una mediasuela con muy poquito recorrido y le he echado en falta algo más de respuesta y rebote que, posiblemente, compensaría en parte esa firmeza aunque, es cierto que, gracias a ese carácter, su diseño y su gran base de apoyo, la estabilidad que ofrecen las Scott Palani es tremenda.
Son unas de las zapatillas neutras más estables que he calzado últimamente, hay que ponerse muy borrico para torsionarlas o flexarlas y, de hecho, diría que casi se han pasado un poco.
Para quien necesite que las zapatillas le controlen la pisada y que dificulten que los pies se les vayan de vareta (léase que eviten que se prone en exceso), geniales pero, al no flexar apenas y resistirse tanto a la torsión, las zapatillas tienden a caer bastante a bloque desde el punto que apoyamos hasta que tenemos todo el pie posado.
Esa escasa flexibilidad la compensa en parte la tecnología eRide que no es sino el diseño en forma de mecedora de la mediasuela que implementa Scott desde sus inicios y que no suele marcar mucho por lo que no requiere ningún tipo de adaptación ni se nota extrañeza aunque nunca se hayan calzado zapatillas con este diseño.
Con una puntera un poco más curvada, posiblemente ganarían en dinamismo o tendrían una salida más rápida pero también repercutiría posiblemente en la estabilidad así que, aunque a nivel personal optaría posiblemente por cambiarle cosillas, creo que el conjunto del diseño elegido es coherente.
A pesar de todo esto, la dinámica no es mala, al menos en terrenos lisos (sea asfalto o tierra compacta) y cuando no se hacen giros bruscos pero, si vas a tener que retorcer el pie en giros imposibles o vas a tener que pisar piedras o irregularidades, sí que le puedes echar en falta algo más de adaptabilidad al terreno que también redunda en que las percibas algo más toscas o lentorras de lo que son realmente.
El drop nominal es de 11 milímetros, resultantes de un talón a 25 milímetros y un antepié a 14 milímetros pero, por más que lo he medido y remedido y he visto que sale eso, corriendo con ellas diría que es inferior a diez milímetros e incluso más cercano a los 8 mm. Ojo, no digo que sea más exigente, ni mucho menos, pero he ido más a gusto con ellas corriendo de mediopié que talonando aunque el eRide podría tener la explicación para eso.
La base de apoyo que se percibe es mayor de lo que se podría pensar tras echar una medida a la base, que es más bien estándar, y es por cómo queda el pie acunado y sujeto por el upper, por la curvatura hacia fuera de la mediasuela, la subidilla de la cara interna en la zona del arco, etc.
Suela
La suela de las Scott Palani va bien o no en función de lo que quieras con ellas: si vas a correr por terrenos secos y sin muchas irregularidades, genial, y, es más, te van a durar millones de kilómetros pero, si vas a pasar por zonas con muchas piedras, empiezan a perder puntos y si aparece el agua, posiblemente te desesperes con ellas y hasta te lleves algún que otro susto en forma de resbalón.
En seco agarran muy bien y me ha sorprendido muy gratamente el comportamiento en tierra compacta pero, ay amigo, si aparece la lluvia y vas por superficie lisa, olvídate de pisarles el acelerador. No vas a sentirte vendido ni vas a patinar como si estuvieras en una pista de hielo pero en ningún momento vas a sentir seguridad y, a poco que te descuides o que te toque pisar una zona algo más lisita, te vas a llevar un resbalón, tenlo claro. No digamos ya si te has salido del asfalto y estás pisando alguna roca mojada, ahí sí que es mejor que te santigües.
No sabría decir si este comportamiento es por el caucho en sí mismo, por el diseño de la suela o por la poca adaptabilidad de la zapatilla al suelo, pero es algo que me sorprendió desde las primeras puestas. De hecho, al ver lo bien que iba la suela fuera del asfalto y lo estables y contundentes que son las Scott Palani, me las puse para un día en el que iba a hacer una rutilla un tanto montañera y no paré de arrepentirme.
Curioso cuanto menos ese comportamiento tan opuesto en una u otra condición y una pena porque le hace perder muchos puntos, sobre todo pensando en utilizarla en competiciones (no quiero pensar en cómo pueden resbalar al pasar por un avituallamiento) o en determinadas zonas en las que sea habitual la lluvia (por ejemplo, norte peninsular). Tampoco me arriesgaría con ellas si soy de los que habitualmente corren por aceras, carril bici o similares.
Dejando esto de lado, la suela también es de una única pieza y, aunque el caucho utilizado es bastante duro, como no son tacos grandes sino pequeños, no se siente tan dura y, por sorprendente que parezca, ni siquiera es tan ruidosa como cabría esperar con esa dureza y con la poca flexibilidad global que tienen y que tanto he comentado en el apartado de la mediasuela.
Me ha gustado mucho el diseño de los tacos con esas formas, inclinaciones y biselados que es lo que, en definitiva, le da ese comportamiento tan bueno en seco y en tierra. Además, gracias a ese diseño, son capaces de conjugar lo mejor dos mundos: el de las suelas multitaco y el de las suelas con gran base de apoyo debida a grandes tacos planotes.
Upper
El upper de las Scott Palani sigue la misma filosofía del resto de sus partes: contundencia por los cuatro costados.
En la parte media y trasera es extremadamente resistente, rígido, con un acabado que recuerda al nylon o al ripstop que es prácticamente irrompible, a costa (obviamente) de sacrificar cosas como la transpirabilidad. Delante, en la zona de los dedos, cambia mucho y, siendo también finito es algo más transpirable y permite algo más de adaptabilidad.
El paso de uno a otro se realiza a la altura del segundo ojal, con un termopegado de una gran calidad, así como la puntera, muy protegida, casi tanto como la de unas zapatillas de trail running.
La lengüeta es curiosa, de un grosor intermedio tirando a fino y con engrosamientos que recuerdan a las protecciones de algunas prendas de ropa. Gracias a los cortes y formas que tiene envuelve muy bien y no se desplaza, aunque es cierto que a algunos compañeros sí que les he oído quejarse algo al respecto por lo que no me pronuncio con contundencia ya que parece que depende de cada uno.
Quizá dependerá de cómo se las haya atado cada uno porque los cordones son muy finitos y deslizan mucho así que hay que atarlos con un poco de cuidadín si queremos que quede todo en su sitio. Sugerencia: al hacer el primer nudo (antes de la lazada), si se le da dos vueltas, no desliza y podemos hacer la lazada mucho mejor.
Tienen seis ojales, sin ojal adicional pero dudo que alguien lo eche en falta porque ajustan muy bien y hasta los que tengan tobillos finos y pies estrechos podrán ajustárselas a su gusto (aunque quede algo de espacio interior, no debería bailar el pie dentro de ellas).
En la zona trasera, el collar está bien acolchado, lo justito pero al ser altito y tener un contrafuerte tan contundente, pueden causar alguna que otra rozadurilla, al menos al principio, en la zona de los maléolos.
Destaca sobremanera la durabilidad, al nivel de la suela o incluso mayor, pero le penaliza bastante para mi gusto esa falta de adaptabilidad (no se puede tener todo).
Ojo, no son incómodas, ni mucho menos, entre otras cosas por la amplitud interior que tienen, pero sí es cierto que se agradecería que se adaptaran algo más al pie.
También son destacables los acabados, de diez, algo que demuestra que Scott no es una marca cualquiera, que sabe lo que se hace y que por algo es un referente en algunos deportes.
Horma
La horma de las Scott Palani es bastante amplia y desahogada y así se percibe incluso contando con lo contundente que es el upper, algo que suele hacer que percibamos las zapatillas más pequeñas de lo que son realmente.
De hecho, cuando te las calzas por primera vez, te sorprendes al encontrarte tanto espacio interior después de haber tenido que calzarlas haciendo bastante fuerza para vencer la rigidez del upper.
La combinación de mucho espacio interior, upper y chasis contundentes y horma bastante plana es ideal para poner plantillas personalizadas y si encima tuviera un upper más blandito y maleable ya sería la bomba, como para darles matrícula de honor.
Quien tenga el pie muy finito y estrecho a lo mejor siente los pies algo desangelados pero será sólo por la sensación de tener mucho espacio, no por falta de ajuste ya que sujetan muy bien collar y empeine. Por esa misma falta de adaptabilidad, van regular para arcos altos y rígidos que necesiten que el upper quede cercano al pie pero, para todo lo demás, bien, al menos a priori.
Al final, a todos los efectos y compensando una cosa con otra, podemos considerar que tienen una horma con medidas más o menos estándar, es la mejor forma de verlo para guiarnos a la hora de elegir la talla, es decir, mantendría la talla USA de otras zapatillas de entrenamiento que tengamos como referencia.
Dinámica de las Scott Palani
Como comenté en el apartado de la mediasuela, la dinámica de las Scott Palani puede llamar a engaño, sobre todo en la primera puesta porque pueden parecer más toscas de lo que son en realidad.
Está claro que las Scott Palani priman la estabilidad, la contundencia del chasis y la sujeción por encima de todo y, aun teniéndolas ya algo rodadas y hechas al pie, ellas seguirán erre que erre, cual señorita Rottenmeier, empeñadas en que cuides tu forma de pisar, en que no se te desmadre la pisada y, si eres de medias y largas distancias y ritmos tranquilos, posiblemente lo agradezcas, sobre todo cuando ya lleves un buen rato corriendo.
Si tienes una técnica depurada y quieres unas zapatillas que te dejen libertad de movimiento, mira para otro lado, pero si quieres ese puntito de ayuda, ve a por ellas, no lo dudes porque no vas a encontrar muchas zapatillas neutras tan estables como estas.
No te reprimas si, llegado el caso, se te antoja pisarles un poco el acelerador, olvídate de su reducida flexibilidad y falta de adaptabilidad, simplemente ve aumentando la velocidad y verás que se dejan llevar medianamente bien, al menos hasta ritmos que pueden rondar esporádicamente los 4’15»/km.
Si estás pensando en seguir bajando y romper la barrera de los 4’/km ya sí que es mejor que pienses en otra cosa, no le puedes pedir peras al olmo.
Sin embargo, de cara a rodar con ellas tranquilo, mientras no te importe que el tacto de la amortiguación sea más bien firme, sal a hacer tantos kilómetros como quieras y ten por seguro que no serán ellas las que digan de volver a casa. Si te gustan colchones blanditos, también olvídate y busca otra opción, así de claro te lo digo.
A tenor de los 303 gramos que han marcado en la báscula mi 8.5 USA, les calculo unos 315 gramos en el 9 USA de referencia, peso bastante más alto que los 280 gramos que le declara la marca y peso relativamente alto para lo que marcan sus teóricas rivales.
No obstante, esto habría que ponerlo en perspectiva porque, si valoramos la gran estabilidad que ofrecen, la contundencia de su chasis y la gran durabilidad de la suela y el upper, entonces ya no salen tan mal paradas porque son muchas las zapatillas que, para ofrecer todo eso, se van bastante por encima de los 300 gramos.
Métete por donde quieras con ellas, no te cortes, al menos, mientras no veas el suelo mojado (cuidado con los resbalones) o lleno de piedras (regular lo de que se comporten como un bloque), disfruta de su agarre en tierra compacta y caminos de parque, sonríe al pensar en lo bajo que te sale el teórico coste por kilómetro porque la durabilidad de la suela es muy alta y dudo que sea lo que te haga dar por muertas a las Scott Palani… Vamos, todo lo que solemos pedirle a unas buenas zapatillas de entrenamiento.
Sinceramente, si consiguieran mejorar un poco el agarre en mojado y la adaptabilidad del upper, las Scott Palani subirían muchísimos puntos y se ganarían a muchos más usuarios pero, mientras tanto, como remarcaba en la introducción, las veo como unas zapatillas un tanto peculiares que pueden gustar a mucha gente por lo bien que van en determinadas situaciones pero que, quizá, no son para todos los públicos como algunas de sus teóricas rivales.
Eso sí, si alguna vez se os ponen a tiro (las Scott Palani u otras zapatillas de esta marca) o se las veis a alguien, echadles un vistazo porque os podéis llevar una gran sorpresa, os lo aseguro.
Usuario tipo de las Scott Palani
- Las Scott Palani están enfocadas a corredores neutros de pesos medios o altos que prefieran amortiguaciones firmes y que quieran unas zapatillas de entrenamiento neutras muy estables para correr a ritmos medios o bajos por asfalto seco o tierra compacta sin demasiadas piedras.
- Ideales para los que, con un perfil similar al descrito en el párrafo anterior, necesiten utilizar plantillas personalizadas sobre zapatillas con un chasis contundente.
Hola Rodrigo
Me gustaría que me dieses tu opinión.
Soy corredor de trail de 63-64kg, 1,70m y entro de medio pie. Hasta ahora estaba utilizando unas New Balance Vazee Rush v2 que me han ido muy bien. Básicamente las utilizo para rodajes suaves (Z1), salidas de 10-15k a ritmos constantes alrededor de 4:30min/km y algún día esporádico de calidad. Un poco para todo vamos. Aunque donde más kilómetros meto es en terreno técnico, y con zapatillas de trail, no me es posible hacer todas las salidas en montaña.
Dicho todo este rollo, a las Rush les ha llegando su hora con casi 600km.
Para sustituirlas he estado mirando las NB Zante v4 y las Adidas Solar Boost. Pero no termino de estar seguro de si son la mejor opción dentro de lo diferentes que son entre ellas.
Muchas gracias!
Iñigo, Fresh Foam Zante v4 de esas dos, te gustará más que las Vazee Rush seguramente.
Mil gracias Rodrigo! Es un placer leer las pruebas que haceis en la web, pero en especial las tuyas. Enhorabuena por todo el trabajo que haces y por estar siempre disponible para resolver dudas.
Un saludo!
Un placer Íñigo, para eso estamos!!!