Al igual que muchas otras tecnologías a lo largo de la historia, el calzado deportivo va evolucionando y hay tipos de zapatillas que van a tender a reducir su presencia o incluso desaparecer.
Como pasó con los Compact Disc, los Walkman o las cintas VHS en sus respectivos campos, las zapatillas voladoras clásicas y agresivas están experimentando sus últimos estertores, básicamente porque la ciencia ha encontrado maneras más eficientes de crear zapatillas de competición a raíz del boom de las placas de carbono.
La Joma R. 5000 que tratamos hoy es la última, al menos de momento, de las voladoras clásicas que va a fabricar Joma ya que la demanda de la gente se aleja de este tipo de productos. Ahora bien, como vamos a analizar en la review, esta Joma R. 5000 es un canto del cisne muy interesante y con mucha más utilidad de lo que mucha gente pueda creer, especialmente en España.
Esta Joma R. 5000 es la segunda edición del modelo. La primera nos encantó pero tenía algunas carencias importantes: esta segunda edición o lavado de cara mantiene todos los elementos buenos y mejora muchas de esas carencias para ofrecer una voladora económica y de muchísima calidad.
Chasis y mediasuela de la Joma R. 5000
La Joma R. 5000 forma parte de una línea muy interesante de la marca de Toledo. Lo cierto es que Joma lleva un par de temporadas haciendo un calzado de muy alto nivel que le acerca poco a poco a competir con las grandes marcas, y lo cierto es que con esta línea R está dando pasos enormes en la buena dirección.
Hay que comentar que las denominaciones son un poco confusas (Joma siempre ha sido algo liosa en este aspecto). Esta línea R no parece llevar un orden creciente o decreciente en cuanto a distancias, algo que ayudaría a los más novatos o menos informados: tenemos la Joma R. 2000 como mixta o de entrenamiento ligero, la Joma R. 3000 como voladora con placa, la Joma R. 4000 como mixta clásica y esta Joma R. 5000 como voladora clásica, todo muy aleatorio.
La Joma R. 5000 ha crecido un poquito, entre uno y dos milímetros, y presenta unos perfiles de 25 mm en talón y 19 mm en antepié con un drop resultante de 6 mm.
Lo cierto es que hacía años que no medía una zapatilla con perfiles tan contenidos fuera de las minimalistas pero, como he dicho en la introducción, la Joma R. 5000 nos va a traer a la memoria muchos buenos recuerdos de algunas de las mejores voladoras de los últimos treinta años porque, básicamente, ofrece esas sensaciones agresivas, pegadas al suelo y con gran tracción propias de las voladoras de siempre.
En cuanto a amplitud de base, se mantienen los 113 mm en antepié y 78 mm en talón. Es una zapatilla estilizada que no desperdicia ni un milímetro en buscar añadidos, ni cuenta con flare, ni nada por el estilo: es un misil tierra-tierra y, lo que no le aporta algo importante, sobra.
El compuesto de mediasuela se denomina Foam Reactive, una EVA supercrítica de 49ºHc de dureza.
Joma, gracias al avance de los materiales innovadores, se ha subido al carro de las nuevas espumas: hemos visto ETPUs la Joma R. 2000 y Joma R. 4000 y ahora tenemos EVA supercrítica en esta R. 5000.
La diferencia entre una EVA normal y una supercrítica es que el proceso de inflado de la supercrítica es mecánico: se utiliza CO2 o nitrógeno en una cámara y se les lleva a un estado supercrítico (entre gas y líquido) a base de presión y calor para que penetren una pieza de EVA virgen (plástico). En función de la presión y del calor, la burbuja que se forma puede ser más grande o más pequeña dentro de la EVA y con eso se consiguen las diferentes densidades.
Una vez permeada la EVA, la cámara vuelve a condiciones ambientales repentinamennte para que el elemento utilizado se expanda de golpe y se vuelvao gas súbitamente. Así, en ese proceso, se infla la pieza de EVA, consiguiendo la mediasuela.
Lo cierto es que, para una voladora, esta mediasuela está en su punto: tiene una amortiguación agradable, un punto de reactividad y un trabajo de geometrías que favorece su deformación de manera programada en los puntos donde necesita hacerlo.
Esta mediasuela fue una de las cosas que más nos gustó en la Joma R. 5000 anterior y, en esta reedición, básicamente se repite la misma suela y mediasuela, por lo que no podemos nada más que repetir lo bueno que dijimos de ella el año pasado.
No obstante, hay que recalcar que, con el nuevo upper, la mediasuela se aprovecha más porque podemos correr a ritmos más rápidos y el pie va más controlado.
En cuanto a estabilidad, todas las voladoras por concepto son muy estables al estar muy pegadas al suelo y generalmente ser firmes de espuma. La R. 5000 no es firme de espuma sino que su tacto es agradable, pero no le resta mucha estabilidad, así que Joma ha conseguido una voladora muy equilibrada y, que al tener algo de amortiguación, mucha gente va a poder disfrutar.
Una de las ventajas de las EVAs supercríticas es su baja densidad y, por tanto, su bajo peso, la Joma R. 5000 que hoy probamos ha dado en báscula 195 gramos en talla 10 US. Según Joma, la talla estándar (9 US) pesa 167 gramos, dato que ponemos ligeramente en duda ya que creemos que puede rondar los 175-180 gramos reales, algo que es un dato espectacular de cualquier manera.
Suela
La suela se mantiene inalterada desde la versión anterior, con sus cosas muy buenas y sus cosas muy malas. Empezando por las malas, como bien relató Morath en la review de la versión anterior, en superficies mojadas y sobre todo lisas (baldosa, acera, carril bici, pasos de cebra…), el diseño de taqueado que posee la R. 5000, unido a quizá la gran carencia de Joma históricamente en el calzado de running, que es la dureza del caucho y su poca adherencia, es una combinación arriesgada para utilizarlas en condiciones húmedas, incluso en asfalto poco rugoso.
Joma siempre ha ofrecido cauchos de suela muy duraderos pero con poca adherencia, algo que no es algo fácil de solucionar. Hemos visto como incluso Nike en trail ha tenido muchos problemas y, al final, la compañía todo poderosa de calzado deportivo ha tenido que recurrir a Vibram para que le solucione la papeleta.
Joma está teniendo un poco ese obstáculo delante. Es muy difícil desarrollar un caucho de alto nivel en adherencia y durabilidad, cuesta mucho dinero y Joma tampoco quiere disparar los precios de sus zapatillas, así que vamos a ver cómo evoluciona este tema, pero desde luego la R. 5000 no es una zapatilla para sacar cuando llueve.
En cambio, la durabilidad de la R.5000 es excelente, con perfil de suela de 3 mm, bastante cubierta, mucho taco separado y estriado… Quizá no haya encontrado la tecla con el compuesto, pero desde luego el esfuerzo y el know how en cuanto a las geometrías de diseño están ahí y le saca todo el partido posible.
Estamos ante una voladora que excede con bastante la media de su casi extinto segmento, donde nos hemos encontrado históricamente modelos con durabilidad de entre 400 y 500 km y creo que la Joma R. 5000 puede superar esa cifra por un margen amplio (le calculo 650 kilómetros): va a depender de a qué ritmos la usemos, en qué terrenos y con cuánto peso.
Como he dicho, la suela está cubierta casi por completo, solo la zona central de mediopié y talón tiene la EVA expuesta, pero el perímetro está protegido y nos ofrece un contacto continuado con el suelo que se agradece mucho.
Al hilo de ese contacto continuado hay que decir que es de las pocas zapatillas que quedan muy recomendables para marchadores, tanto por ese contacto continuado como por la ausencia de arco ya que es una zapatilla plana de arco, característica que no es ideal para algunos corredores, pero sí lo es para muchos marchadores.
En cuanto a la tracción, muy buena, diría que casi excelente, sobre todo en asfalto rugoso y pista de atletismo: el diseño de tacos separados y hexagonales con estrías para darles algo de movilidad aportan mucha tracción a la zapatilla, algo muy necesario para su uso a ritmos muy altos.
En la parte de la puntera, el taqueado se junta mucho para dar la mayor adherencia y durabilidad posible a una zona de gran desgaste en este tipo de zapatillas y que muchos corredores tienden a destrozar prematuramente por su técnica y fuerza.
Aunque no es una zapatilla que pienses que pueda funcionar en tierra, lo cierto es que si vas a un parque con caminos de tierra en muy buen estado, agarra como si no hubiese mañana: es muy buena para parques tipo El Retiro de Madrid, donde se mezclan caminos muy pisados y cuidados de tierrilla, con asfalto, zona urbana… Si quieres hacer fartleks o series en ese tipo de parque, la R. 5000 brillará.
Upper
El upper de la versión anterior era el de una zapatilla radical, tremendamente ventilado, muy minimalista, sin apenas refuerzos en la parte media-delantera… Todo ello, unido a una falta de arco, hacían que el pie se moviera demasiado lateralmente, lo que reducía su capacidad de ser útil a ritmos muy altos, sobre todo en las curvas.
Joma ha prestado atención al feedback y ha rediseñado la Joma R.5000 para darle más estructura, ajuste y contención.
Ahora tenemos un upper muy ventilado pero más protegido, algo más estructurado y para complementarlo se han añadido muchos termosellados fácilmente identificables en amarillo en todos los laterales de la zapatilla.
Además, se han puesto paneles internos en la zona media para reforzar esa parte que se unen con el protector de puntera por la zona de unión del chasis y la mediasuela (la zona baja de los juanetes).
Esto es muy importante porque, aunque recomendé bastante esta zapatilla, siempre solía ponerle una pega sobre el potencial problema de roturas de la malla, algo que con estos refuerzos, da mucha más confianza.
Aparte de la durabilidad y el ajuste muy potenciados, al ponerte la Joma R. 5000 lo primero que percibes respecto a la versión anterior es la contención lateral, muchísimo más marcada. El pie no solo no baila como antes, sino que ahora vas a ritmos de 3:00/km con toda la confianza (y es otro de los motivos sobre el que luego me extenderé que la hace apta para opositores).
La lengüeta ahora va sujeta en los laterales, otra demanda que teníamos y que, aunque era menos importante, se agradece mucho, sobre todo porque esas uniones a los laterales fomentan aún más la percepción de sujeción, ajuste y estabilidad de la nueva edición.
Además, Joma ha añadido un tirador central en los cordones para evitar aún más que se mueva la lengüeta y ha elevado mucho más los agujeros más bajos del sistema de cordones para que no haya sensaciones de que se clavan al doblar el pie.
El collar es otro punto que ha mejorado, ahora es un poco más alargado y el acolchado es más racing: menos agradable, pero más funcional.
Horma
La Joma R. 5000 talla correctamente siempre que nos guiemos por la talla americana ya que en las tallas europeas no siempre siguen el mismo patrón: un 10 US en Nike es un 44, en adidas también, en Puma es un 43 y en Joma un 43.5, así que tomaría como referencia solamente la talla US pues, viniendo de otras marcas, es la más fiable en Joma.
Es un modelo mucho menos permisivo de horma que la versión anterior, que era tan permisiva que es una gran zapatilla de natural running o transición al minimalismo.
La nueva Joma R. 5000 tiene una horma más cercana a la de una zapatilla voladora clásica, con suficiente espacio para que no sea agobiante durante, al menos, una hora de uso. A partir de ahí sí puede empezar a ser menos cómoda una vez el pie se hinche pero es excelente en cuanto a amplitud ya que te da el espacio justo para ir cómodo, pero con un ajuste con cercanía y contención perfecta para series, fartleks, competiciones de 5K y 10K, millas, oposiciones…
Una de las características más importantes de la Joma R. 5000 es que es un modelo que carece de arco prácticamente, pocas zapatillas del mercado son tan planas bajo el arco plantar, lo que va a funcionar por barrios: habrá corredores que lo prefieran y habrá otros a los que no les vaya bien.
Los corredores que pronen mucho o que necesiten relajar la fascia serán los menos afortunados, mientras que los que tienen más flexibilidad y tolerancia a la pronación quizá disfruten de una zapatilla que no interfiere con su pie.
Particularmente creo que un punto intermedio hubiese sido lo mejor, pues puede ser un poquito exigente al principio, sobre todo para gente poco experimentada en series o con bajo volumen de entrenamiento semanal (novatos, opositores, etc,). Pero, por ejemplo, con una plantilla personalizada esto queda en un segundo plano.
Hablando de la plantilla, es otro elemento que ha sufrido un gran cambio: ahora es mucho más recia y menos endeble. El motivo es doble: ganamos estructura y un ligero efecto palanca, pero sobre todo rigidizamos estructuralmente la zapatilla para que se retuerza menos, enfocando el esfuerzo hacia adelante en vez de gastar la energía en otras cosas.
Tener una plantilla de este tipo también se hace por un problema que cada día ocurre más y es que las plantillas menos estructuradas van cogiendo vicio y, si deslizan sobre el footbed, tienden a arrugarse y moverse, incluso a niveles de salirse de la zapatilla como vimos le ocurrió a Kipchoge en Berlin 2015.
Es una plantilla de 4.5 mm de perfil, 17 gramos de peso y que reposa en un footbed blandito.
Amortiguación y dinámica de la Joma R. 5000
En la introducción he comentado que esta zapatilla era especialmente aprovechable en España y lo he hecho porque es un país donde las oposiciones atraen a cientos de miles de personas que aspiran a puestos de funcionario y, en algunos de esos puestos, se accede tras pasar pruebas físicas (CNP, Bomberos, Forestales, Guardia Civil, etc.).
Como bombero, he pasado por eso, he entrenado opositores y he visto decenas de compañeros pasar por ello y, aunque cada día más gente le da importancia a las zapatillas, sobre todo desde que aparecieron las placas de carbono y se puede sacar ventaja, la gente le sigue dando poca relevancia: he visto absolutas tonterías que no deberían hacerse cuando te juegas una plaza por décimas de punto y donde llevar una Nimbus 25 o una Vaporfly puede significar una plaza vitalicia.
La Joma R. 5000 viene a cubrir una zona poco tratada, y es que desde que aparecieron las restricciones legales de calzado de la World Athletics hay oposiciones donde las siguen y otras donde no: donde se aplican, las placas de carbono casi desaparecen de la ecuación. Si a eso le unimos que en CNP solo te dejan usar una zapatilla (por lo que tengo entendido) y las de placa no son precisamente las más aptas para el circuito de agilidad, entonces nos encontramos en un brete importante: ¿qué zapatillas utilizar?
La Joma R. 5000 me parece una compra más que interesante para este público, el motivo es que es muy rápida para bomberos que corran de uno a tres kilómetros a ritmos de 2:45/km a 3:30/km y para un Policía Nacional que busque hacer un kilómetro a 4:00/km. Vale para todo eso, proporciona mucha tracción, es duradera y se puede comprar por 50€ actualmente.
Y, aunque no es la mejor en adherencia en parqué, sí se defiende bien en pista sintética por lo que es apta para el circuito, sobre todo en esta versión actual que es más estable y contiene mejor el pie. Así que si no sabéis si en vuestra oposición permiten las placas, queréis un modelo para series y quizá como opción para las pruebas, yo siempre tendría unas r5000 en la mochila por si acaso.
La dinámica de la zapatilla es muy buena. Como he dicho, la transición está a gran nivel al ser contacto continuado. Además, tiene un repunte delantero de 45 mm, que ayuda a un despegue fácil y fluido pero sin forzar la posición de los dedos. Además, es un modelo totalmente creado para corredores que aterricen de talón o de mediopié, se adapta bien a todo y no es la típica zapatilla de chasis curvado que no siempre gusta a los talonadores.
En amortiguación, dentro de su categoría, estaría a un nivel alto. Es de ese tipo de modelos, como la Hitogami en su día, que mezcla una horma algo plana pero una amortiguación que te permite correr un 10K si así lo deseas sin problemas (siempre que bajes de 40 minutos).
Esta reedición de la Joma R. 5000 es ligeramente más firme que la anterior, la razón, posiblemente el cambio de perfil a uno mayor haya influido en esa sensación, pero sobre todo se debe a que es una EVA supercrítica algo más densa: la anterior tenía una dureza de 45ºHc y ahora tenemos 49ºHc, lo que la hace un modelo con más respuesta y más estable.
Estos cambios, por un lado, junto con el nuevo upper, le abren la puerta de ser apta para opositores, le aumentan la vida útil y la hacen más polivalente, pero le restan un poco el toque especial de tacto blandito que tenía la versión anterior.
Conclusión
Si alguna vez pisas una pista de atletismo por el motivo que sea, sea cual sea tu disciplina o distancia, la Joma R. 5000 es una de esas zapatillas a la que sacarías muchísimo partido, por un precio muy bajo.
Es ideal para hacer técnica, series cortas, series largas, competiciones, multisaltos… Y lógicamente es un arma muy interesante para marchadores y opositores por sus características intrínsecas que ya hemos mencionado.
Esta reedición es una zapatilla mucho más completa y equilibrada que la versión anterior, tiene mucho más sentido a pesar de que es un poquito más firme y controladora.
Dentro del segmento en peligro de extinción de las voladoras clásicas, seguimos teniendo modelos interesantes como adidas Adizero Adios 7, Saucony Type A, Kalenji Kiprun KD 800, ASICS Hyper Speed 3 o Nike Streakfly. La Joma R. 5000 es la más barata de todas (junto con la Kiprun) y lo cierto es que su funcionalidad real es muy cercana a todas ellas, mejor que algunas en muchas ocasiones y siempre a un precio mucho más competitivo y siendo un producto nacional.
Personalmente, dentro de ese segmento, es mi zapatilla, la que uso siempre que hago técnica o series rápidas (no me gustan las placas con mucho perfil en pista).
Tiene claros aspectos a mejorar: su agarre en mojado, la altura de arco (no es para todo el mundo) y me gustaría más con el tacto de la versión anterior (gusto personal) pero, si no vas a usarla en mojado, los defectos importantes prácticamente se esfuman y son casi todo ventajas.
Usuario tipo de la Joma R. 5000:
- Corredores neutros, plantilleros o supinadores de hasta 80 kg que busquen una zapatilla voladora clásica para series, competiciones de hasta 10 km, oposiciones o hacer técnica de carrera a ritmos más rápidos de 4:00/km en asfalto seco o tierra en muy buen estado.