Las Mizuno Synchro SL 2 son la novedad dentro de la gama Synchro para este 2017, las teóricas hermanas pequeñas de la familia que cierran una terna que Mizuno agrupa dentro de una gama bautizada como Guidance.
Según Mizuno, son zapatillas que pretenden dar servicio a los que son aficionados al running y al fitness aunque a mí me gusta matizar que, si bien es cierto que hacen ese doble papel, es más bien al revés: para los aficionados al fitness y running.
Es decir, son más bien para quienes gustan de hacer un poco de todo, con trabajo de gimnasio, actividades aeróbicas, etc. Y que gustan de correr esporádicamente o en pequeñas tiradas. Lo de ‘Synchro‘, teóricamente, viene por la ranura de flexión que se encarga de guiar la pisada y por eso lo de crear la gama Guidance.
En este artículo vamos a darle un repaso a las Mizuno Synchro SL 2 que, aunque sean las más ajustadas en precio de la familia (su precio es francamente irrisorio respecto a lo que cuestan unas zapatillas de running) y teóricamente las más flojitas de la gama a nivel de materiales y tecnologías, para quien quiera correr con ellas, son las mejores de las tres. Esta mejora va en sentido opuesto a su desempeño en el resto de funciones y, por ejemplo, para actividades de levantamiento de peso son inferiores a unas Mizuno Synchro MX o Synchro MD 2.
Personalmente -y aunque a alguno le pueda parecer una herejía-, a mí son las que más me han gustado de las tres Synchro pero eso es una opinión personal así que mejor le pegamos el repaso detallado y que cada uno opte por las que mejor se amolden a sus necesidades, que es lo que, en definitiva, hay que hacer siempre.
Mediasuela
La mediasuela de las Mizuno Synchro SL 2 es toda del mismo compuesto, pero no tengo confirmación de cuál es. No sé si será EL8, AP o AP+ aunque, viendo que el EL8 es el que destina a las zapatillas de gamas medias y bajas (por ejemplo: las Mizuno Wave Legend 4), votaremos por él.
Sea uno u otro, en todos los casos son derivados de la EVA con mayor o menor densidad y, en estas, se mueve alrededor de los 50º-55º sin ser aparentemente firme al apretarla con la mano pero que, en marcha, sí se nota más bien firme.
En esa firmeza, probablemente lo que más afecta es el grosor de la mediasuela, pues el talón queda a tan sólo 22 milímetros, una altura que es de unas zapatillas mixtas o incluso voladoras. Ojo, no digo que puedan competir en esos segmentos pero es para que os hagáis una idea.
Añaden una plantilla de unos 4-5 milímetros que queda apoyada sobre un footbed prácticamente inexistente, que no es más que una tela así que, aunque añade un poco de amortiguación, apenas suaviza el tacto.
No tengo el dato del drop y no he podido medirlo con exactitud pero, aunque en las Synchro está en 12 milímetros, diría que en este caso es algo menor o, al menos, así lo parece cuando te las calzas. Me aventuro y lo mismo me pillo los dedos pero diría que puede ser de 10 milímetros o incluso menos. De hecho, son unas zapatillas con las que se puede correr perfectamente de mediopié, algo que no se puede hacer con otras Synchro.
Aunque el tacto sea firme, no son unas zapatillas respondonas ni tienen una dinámica de la pisada ágil. Esto no quiere decir que no se sientan ágiles porque, con su peso, inferior a los 240 gramos (215 gramos en el 8.5 USA), hasta una piedra se sentiría ágil. Sin embargo, es una firmeza más bien encaminada a la estabilidad y, aunque no alcanzan las cotas de sus dos hermanas, no son nada inestables.
Las Synchro SL 2 no tienen Wave, tecnología propiedad de Mizuno y eso les permite flexar mucho, casi en exceso, pero diría que es algo que han buscado en este modelo y que, a la hora de ponerte a hacer ejercicios en el GYM, se le saca mucho partido.
Para correr flexan y torsionan más de la cuenta, al menos, si no tienes una buena técnica de carrera, así que cuidadín antes de dejaros llevar por sus encantos y valorad bien si os van a servir.
Esa flexibilidad la consiguen con la ausencia del Wave, por el grosor que tienen y porque se han diseñado como en bloques, con muchas ranuras de flexión. Si estás pensando en usarlas como zapatillas para andar, tela de cómodas, te lo garantizo. Ahora, para el GYM, ojito si, por ejemplo, vas a hacer ciclo indoor porque esa flexibilidad juega en su contra.
Suela
Con la suela de las Mizuno Synchro SL 2 vuelvo a tener dudas a la hora de saber su composición porque Mizuno declara que es todo X10 y es algo que, si bien es posible como ya vimos en las Mizuno Synchro MX del año pasado, me extrañaría.
He estado haciendo mediciones y sí es posible que sea todo el mismo compuesto así que ahí lo dejaremos. El caso es que es un 20%-25% más dura que la mediasuela, lo que aumenta esa sensación de firmeza y, de paso, también le permite que tengan una resistencia mayor ante la abrasión. Eso le limita un poco el agarre en superficies mojadas, uno de los fallos endémicos de la familia Synchro pero, bueno, la alta durabilidad lo compensa.
Hay bastante contacto con el suelo, pero no es todo con caucho sino que quedan bastantes zonas expuestas y, de hecho, no he conseguido encontrarle explicación a lo de dejar sin tapar la zona media, menos aún contando con lo fácil que es pisar de mediopié con ellas.
Los dos pobres tacos medios, sobre todo el exterior, se llevan unos buenos raspones si las calza alguien con una técnica medianamente eficiente con apoyo de mediopié. También le pasa algo parecido en el antepié ya que, a pesar de tener muy cubierta la zona del primer meta, donde se produce el mayor apoyo, acaba apoyando la mediasuela.
Esto pasa porque el grosor de la suela es muy pequeño, casi en exceso para mi gusto y, aunque me imagino que esto lo han hecho para ahorrar peso y reducir la dureza de la amortiguación, creo que no le habría venido mal algo más de suela.
Tampoco le habría venido mal un pelín más de profundidad en los tacos porque, si no falla, es por el diseño tan segmentado, con cortes que permiten que los tacos se comporten casi de manera individual más que porque tenga un buen agarre en superficies no lisas.
Curiosamente, en césped me han sorprendido y no habría dado un duro por ellas y, en tierra compacta, aunque notas todas las piedras que pisas, también van bien, al menos mientras esté seca.
Upper
El upper de las Mizuno Synchro SL 2 es como un guante, posiblemente lo mejorcito de estas zapatillas y eso que no tiene ninguna cosa especialmente llamativa o avanzada (tecnológicamente hablando).
Carece de todo tipo de estructura rígida salvo el contrafuerte trasero, de dimensiones considerables, con la forma típica de esta familia, es decir, muy grande y muy curvado tanto en los laterales como en la parte trasera para envolver completamente al talón y sujetarlo con firmeza.
Aunque es interno, por su comportamiento diría que es menos «tecnológico» y con materiales «menos nobles» que los que se ven en otros modelos de mayor precio de Mizuno, pero hace su trabajo prácticamente igual y, si no se nota mayor contundencia en la sujeción, no es por él sino porque son algo bajitas del collar.
Es un collar algo bajo para mi gusto, sin forma para maléolos y, aunque sujeta bien, queda demasiado abierto y probablemente muchos necesiten utilizar el ojal adicional, no sólo si tienen tobillos finos sino también para tener una buena sujeción. Al contrario, al que guste de llevar las zapatillas muy abiertas le parecerán ideales.
Al ser bajito, posiblemente no vayan bien con plantillas personalizadas pero, por cómo flexan, creo que no le pondría plantillas a las Synchro SL 2, algo que sí creo que va muy bien en sus otras dos hermanas. Tampoco creo que fueran bien por el espacio interior del antepié, algo bajito.
En la zona del mediopié hay un entramado más rígido que el del resto de la rejilla del upper, que tiene «ocultas» unas tiras que hacen un zigzag y crean la estructura que abraza al pie (se ven en un azulito distinto al azul oscuro de esa zona). No es una súper estructura o exoesqueleto contundente, pero la sujeción es más que suficiente y, de hecho, bastante permisiva a la hora de correr.
Me ha convencido y me parece más que suficiente, sobre todo si se piensa en las Synchro SL 2 como unas zapatillas cómodas y desde una perspectiva un tanto natural running.
Llegados al antepié: transpirabilidad máxima, sientes cómo pasa el aire y es una delicia correr con ellas con calcetines finitos. La malla es finísima, se adapta a la perfección al pie, casi parece un calcetín y el único refuerzo que hay es un termopegado en la puntera para evitar roturas por roces que no añade nada de rigidez.
Remarco lo de la sensación de calcetín porque es lo que primero pensé al calzarlas, algo que me chocó mucho por el gran contraste con el resto de Synchro, mucho más contundentes incluso en la puntera, donde son más permisivas que en el resto de zonas.
La lengüeta sigue la misma filosofía que la zona del antepié, con un poquito más de acolchado, y es algo más grande y orejona de lo esperable aunque, contando con que muchos necesitarán usar el ojal adicional, no viene nada mal.
Aunque se adapten tan bien al pie, no me ha gustado la arruga que hace entre el primer y segundo ojal, no sé si por la separación que hay entre ellos o por el cortecillo que tiene ahí la ojetera. No es especialmente relevante y no da problemas, pero estéticamente queda muy feo.
El interior es muy suave y se pueden llevar perfectamente sin calcetines aunque sólo lo haría en casos especiales porque son mucho más cómodas con un calcetín finito (creo que es como mejor se aprovecha su suavidad y su transpirabilidad).
Aunque sean unas Synchro, su upper es el menos resistente a los roces así que, si sois de darle caña a ejercicios de cuerda o van a recibir muchos roces, mejor mirad otros modelos de la familia.
Sin embargo, para ejercicios de estrés metabólico, aeróbicos y demás, son las mejores con creces, no sólo por el upper sino por el comportamiento general que tienen éstas.
Horma
La horma de las Synchro SL 2 es muy larga y afilada y, si no fuera por lo adaptable que es el upper, a lo mejor generaba algún que otro quebradero de cabeza a la hora de atártelas y dejarlas a tu gusto. Afortunadamente, como el upper es como un calcetín, rápidamente le encuentras el punto y, salvo que requieras plantillas personalizadas, seguramente encuentres el ajuste deseado.
La única pega gorda que le pongo es lo que ya he mencionado del collar, que me parece demasiado abierto y que puede hacer que algunos requieran utilizar el ojal adicional. Si a esa gran abertura la sumamos que el collar no es especialmente alto, tenemos un ajuste quizá demasiado laxo para lo que nos gusta a algunos y no recomendable para quienes necesiten plantillas personalizadas que, seguramente, sientan como si el pie se les saliera hacia arriba.
Por lo demás, sensación de mucha amplitud en el antepié, no tanto por el espacio sino por la facilidad que tiene el upper para ensancharse. De hecho, si os quedáis quietos y presionáis, veis que no tienen tanto espacio como parece, pero sería raro que os agobiaran, incluso manteniendo vuestra talla habitual.
En el mediopié marcan la anchura algo más que sus hermanas pero no llega a ser un arco marcado y quizá sólo mareará a quienes tengan arcos muy bajos o pies anchotes.
La verdad es que es una horma peculiar que te asusta un poco en la primera puesta pero que, dedicándole unos minutos, al final consigues afinar y dejar a tu gusto, con lo que las Synchro SL 2 ganan muchísimo en comodidad, una de sus principales cualidades.
Dinámica de las Mizuno Synchro SL 2
Como he mencionado varias veces a lo largo de este análisis, la dinámica de las Mizuno Synchro SL 2 es la que más me ha gustado dentro de las tres Synchro que hay actualmente, al menos, si la analizo desde la perspectiva de un corredor.
No es una dinámica especialmente ágil y, para correr de forma intensiva, hay modelos mejores en Mizuno, tanto económicos (Mizuno Wave Legend 4) como de altas gamas (Mizuno Wave Ultima 8, Mizuno Wave Rider 20, Mizuno Wave Enigma 6) pero con las Synchro SL 2 se puede correr relativamente bien, al menos, si te gusta el tacto firme y las zapatillas flexibles, las dos cosas que primero notas al calzarlas junto con el buen ajuste de su upper.
Al correr con ellas, te puede venir a la mente alguna zapatilla de natural running y, si tienes una técnica de carrera decentilla, probablemente te pongas a correr de mediopié, con frecuencias altas y amplitudes no demasiado grandes.
Como no son de esas zapatillas que tienen la puntera muy curvada y no tienen placas rígidas en el mediopié, el pie no se lanza sólo hacia delante, pero tampoco las notas excesivamente trotonas y, de hecho, gracias a su ligereza, cercanía al suelo y buen ajuste, casi hasta te animan a correr rapidillo y ágil con ellas.
Es una pena que la mediasuela no tenga un poco más de chispa porque seguramente se podría llegar a correr más rápido, a poco rebote que se consiguiera sentir.
Si tienes buena técnica, rápidamente irás poniendo los ojos en las zonas de tierra y césped donde, a pesar de no tener un taqueado marcado, disfrutarás mucho con las Synchro SL 2. Ahí me han sorprendido y es donde he disfrutado como un enano porque en esas superficies prefiero mil veces las zapatillas flexibles, aunque no tengan mucho taco, porque creo que la adaptabilidad es básica y lo que determina que se desenvuelvan bien.
Esto mismo me pasa en el gimnasio donde se agradece esa facilidad para hacerlas flexar, sobre todo en antepié. Me parece que van mejor que sus dos hermanas mayores, salvo que te tengas que poner a levantar grandes pesos o necesites mucha estabilidad en el talón (en cuyo caso sí pierden puntos). También van peor en el caso de que te pongas a darle a los pedales porque ahí se echa en falta mayor rigidez en la planta del pie, flexan demasiado.
Si vas a correr en cinta, tremendamente buenas, ahí son de lo mejorcito que me he puesto en zapatillas multiusos por la firmeza, flexibilidad y por la transpirabilidad del upper, un punto donde muchas zapatillas fallan y donde las Synchro SL 2 marcan distancias porque transpiran muy bien.
En algunas superficies, además de la acera mojada, no terminan de agarrar del todo bien y le he echado en falta un poco más de grip al trabajar con TRX, pero nada especialmente preocupante gracias a su flexibilidad.
La verdad es que son unas zapatillas que me han sorprendido muy gratamente, no por ser unas zapatillas a las que darle un Oscar zapateril o un premio a las mejores del año, pero sí porque, por el precio que tienen, se pueden tener unas zapatillas tremendamente versátiles para quien quiere hacer fitness y running.
Usuario Tipo de las Mizuno Synchro SL 2:
- El usuario tipo de las Mizuno Synchro SL 2 es alguien que gusta de hacer actividades de gimnasio (sala, pesas, aeróbico, …) y entrenar carrera a pie dos o tres sesiones a la semana no más de diez kilómetros. Este corredor es preferiblemente neutro, de peso medio o ligero y que entrene principalmente por asfalto.
- A tener en cuenta para quienes se inician en el mundillo del running, quieren unas primeras zapatillas de precio contenido y muy cómodas para hacer CaCos (Caminar – Correr).
Gracias por esta review !
Aunque ya las habia comprado, lo hice sin conocer realmente la calidad de dicho producto. Me alegra mucho ver que si fue una buena compra y ya me voy a ir a correr con ellas para festerjar esto.
Gracias por su trabajo y buena continuacion,
Me alegro LEo, dales candela!!!