Cuando Scarpa se puso en contacto con nosotros para darnos la oportunidad de probar su nueva línea, la nueva Scarpa Golden Gate ATR fue la zapatilla que más me llamó la atención de su catálogo.
A priori era una zapatilla menos importante que la Scarpa Ribelle Run, la Scarpa Spin Ultra o la Scarpa Spin Infinity pero solo hay que ver una imagen de la Scarpa Golden Gate ATR para saber el potencial que albergan esas líneas, diseño y geometrías que tiene.
Según Scarpa, la Golden Gate ATR se ubicaría como una zapatilla de transición o iniciación al trail, catalogada como de alta amortiguación, alta durabilidad y baja capacidad para terrenos complejos, siendo como su nombre indica un modelo ATR (All Terrain), un poco para todo lo que le eches encima, una door to trail de toda la vida.
Personalmente creo que Scarpa ha hecho una gran línea de trail running, he probado la Spin Infinity y la Ribelle run y me han parecido zapatillas espectaculares que colocaría en lo alto del mundillo del trail actualmente.
La verdad es que esperaba que la Scarpa Golden Gate ATR fuese la más apta para el gran público. Ciertas decisiones de diseño que considero poco acertadas han hecho de ella una zapatilla con argumentos increíbles para ser una zapatilla especial, pero Scarpa no ha sabido o no ha querido sacar todo lo que este modelo es capaz de ofrecerle al mundo del running.
Chasis y mediasuela
El chasis de la Scarpa Golden Gate ATR impresiona por sus geometrías. Tenemos un chasis de doble densidad con dos EVAs de diferente dureza.
La primera EVA funciona como armazón, la vemos de color oscuro y es un elemento estabilizador y contenedor. Ocupa la posición superior del talón, baja por el mediopié ocupando mucho espacio en esa zona a la que da soporte y estabilidad, algo importantísimo en una parte tan crucial. Además, ahorra la utilización de una pieza de plástico rígido para hacer esas funciones por lo que colabora en el ahorro de peso.
En la parte delantera su extensión es doble ya que ocupa la parte superior del antepié pero también la inferior, dejando en medio un espacio para ubicar la EVA más blanda (una especie de sándwich).
Puede que mucha gente que lea esta descripción no entienda la importancia de estas formas, pero desde luego fue un elemento que me hizo decidirme por este modelo a la hora de querer probarlo porque está muy bien pensado y tiene un potencial enorme si le sacan partido a esas geometrías.
El material que forma ese armazón es una EVA gasificada, así lo llama Scarpa. Por tacto es probablemente una EVA inflada con algún gas tipo nitrógeno, pero la verdad es que no es inusual, eso sí, es firme, de 63ºHC.
La otra EVA que vemos en la mediasuela me intrigaba aún más, ya no por sus geometrías sino por su aspecto. Tiene pinta de ser una EVA supercrítica, Scarpa la denomina EVA gasificada de baja densidad pero lo cierto es que baja densidad no tiene precisamente ya que su dureza es de 55ºHC, por lo que se sitúa en el rango medio-alto de densidad y el tacto así lo atestigua también.
Esta EVA de baja densidad va contenida dentro de la EVA anterior, la más firme, y su función no es otra que la de amortiguar, que consigue a medias por su dureza.
Con los kilómetros va ofreciendo algo más de recorrido, pero sin duda es firme y para que te dé un nivel cómodo hay que domarla y castigarla bastante.
El nivel de estabilidad es sublime, eso es innegable, es una zapatilla muy estable, contundente, duradera, incansable y que sujeta bien el pie gracias a la EVA que hace de armazón.
Las geometrías me parecen muy avanzadas para una marca «pequeña», algo que me gusta mucho. Simplemente la EVA de baja densidad es bastante más firme que lo que sería correcto para que este esquema geométrico que han aplicado en el chasis funcionase y, como no me cansaré de decir, potencial tiene todo el del mundo.
En cuanto a mediciones, es una zapatilla de perfil alto. Según Scarpa, la mediasuela es de 26 mm en talón y 22 mm en antepié (drop 4 mm) pero nada más lejos de la realidad o, al menos, esas cifras no se acercan a la altura del pie al suelo sino que serán mediciones solo de mediasuela (sin suela, ni strobel board, ni plantilla) ya que las mediciones que hemos obtenido nosotros se van a 34 mm en talón y 30 mm en antepié manteniendo el drop anunciado. Y es que en el pie la vais a notar así: alta. No inestable, pero alta.
En cuanto a amplitud de suela, tiene 91 mm en talón y 111 mm en antepié. Es una zapatilla bastante estrecha para su altura. El motivo es ahorrar peso y que no necesita ser demasiado amplia para ser estable porque si algo le sobra es estabilidad.
Eso sí, como leeréis en el apartado de la horma, esto hace que sea algo estrecha y se recomiende media talla más para lograr una anchura adecuada para un pie normal.
Uno de los puntos más fuertes es su peso: 280 gramos en talla 9 US y 326 gramos en la 10.5 US que hemos probado. Con la altura y densidad de materiales que tiene y, además, siendo una zapatilla protegida, 280 gramos es un hito.
Suela
La propia Scarpa ha diseñado la suela tanto en geometrías como en compuesto. Es una PRESA (agarre en italiano) TRN-02, se podría decir que se sitúa en la media de lo que son las suelas PRESA y es capaz de ofrecer durabilidad y agarre con buenas garantías.
Por lo que hemos probado, este caucho agarra muy bien en general, tanto en seco como en zonas algo mojadas siempre que no sean muy técnicas, y la Scarpa Golden Gate ATR va a tener una durabilidad generosa gracias a este caucho ya que la mediasuela va a durar mucho más que la suela. Es una zapatilla muy apta para poder resolar en el futuro, por ejemplo.
Personalmente, calculo que con mis 75 kg puede durarme casi 1000 kilómetros por tierra y zonas con algo de piedrecillas.
Lógicamente, la Golden Gate ATR es una zapatilla door to trail y mucha gente la puede utilizar por tramos de asfalto o tierra muy dura. En esos casos, la durabilidad podría bajar a 800 km y, aun así, sería buena.
El taqueado es de 3.5 mm con un perfil de suela de 4 mm, lo ideal para un concepto de zapatilla de iniciación y polivalente en terrenos. Lo cierto es que la Scarpa Golden Gate ATR agarra mejor de lo que uno se espera con tacos de 3.5 mm y es que tanto la distribución, el tamaño y el material utilizado ayudan a maximizar ese grip y tracción de la suela.
Generalmente encontramos suelas muy plagadas de tacos que están muy juntos unos a otros y generalmente planos. Para poner un ejemplo de ese tipo de suela propio de una door to trail siempre recurro a poner la imagen de una Hierro v6 de New Balance porque es la más conocida pero también hay otras zapatillas como Stinson ATR, Challenger ATR, adidas Ultraboost ATR, Brooks Caldera, etc.
La Scarpa Golden Gate ATR tiene un estilo parecido pero los tacos son más pequeños y afilados, en cabeza de flecha, relativamente cercanos pero aun así 1-2 mm más alejados entre sí de lo habitual en el segmento. Eso, unido a su forma, hacen que la zapatilla agarre algo mejor en zonas donde se necesita, especialmente en roca seca.
La zona media de la zapatilla es claramente de aterrizaje o de transición estable. Cuenta con dos grandes piezas planas de buen tacto para dar estabilidad y resultar cómoda, pensadas sobre todo para el asfalto o caminos de tierra muy duros.
Si atendemos a la dureza, las partes negras de la suela tienen una dureza de 60ºHA, mientras que la gran placa central naranja tiene 42ºHA y los tacos naranjas del talón 55ºHA. En general buenas durezas, no extremas y aptas para lo que van a ser los terrenos normales para una zapatilla door to trail.
Personalmente valoraría especialmente este modelo si nos gustan las zapatillas de tacto algo firme y corremos por terrenos no demasiado duros. Al menos la mayor parte del volumen de entrenamiento, caminos de tierra no demasiado rocosos, zonas de hierba seca… Todo ese tipo de terrenos no demasiado duros pero sin ser sueltos ni húmedos es donde más rendimiento se le va a sacar.
Upper
El upper es de bastante calidad y con tecnologías de primer nivel. Es una de esas cosas que hace que la Golden Gate tenga un potencial enorme ya que Scarpa, como en sus otros modelos, no ha escatimado esfuerzos a la hora de pensar y de aplicar materiales de calidad.
Tenemos una malla de nylon de una sola capa, muy duradera y ventilada, con un diseño en cuadrados reforzados donde el nylon es más denso y en la parte interior de esos cuadraditos es más fino, dejando pasar el aire y también favoreciendo la transpirabilidad de la zapatilla.
Esta malla es muy ligera y, además, es bastante duradera. Es cierto que estas mallas «plásticas» pueden llegar a romperse un poco por la zona lateral (donde doblan los dedos) con el paso de muchos kilómetros pero, al diseñar Scarpa la malla en cuadrículas, estas roturas no suelen ir más allá que un pequeño agujero. Y hablo de que puede producirse en algunos casos pasados los 500 km o 600 km, así que no es ningún problema.
A pesar de ser un modelo door to trail, va bien reforzada, a la altura de lo contundente que es de chasis. El upper también tiene elementos de protección y estructura serios, el refuerzo de puntera va termosellado y es muy protector pero no añade demasiado peso.
En el mediopié tenemos refuerzos en la propia malla, una serie de ‘X’ que proporcionan no solo esa estructura sino también soporte y protección lateral. Además, hay que añadir el exoesqueleto de color naranja (de micro suede) con el que Scarpa refuerza la zona de los cordones, el collar y en parte la zona lateral del mediopié: es un plástico no muy grueso pero lo suficiente para dar algo de contundencia al upper.
Otros detalles de calidad que denotan que Scarpa hace calzado excelente son las ojeteras superiores, reforzadas por aros de metal.
En la zona del collar tenemos el SOCK-FIT LW, que no es más que una especie de semibotín interno de neopreno que forma el collar y la lengüeta para evitar que entre porquería al interior y dar un ajuste como un guante.
Los cordones son algo finos y cortos para mi gusto, aunque no he tenido problemas importantes con ellos.
Sí que he encontrado un pequeño problema en la zona del Aquiles de la Golden Gate y no es algo inusual ya que este tipo de zapatillas con botín elástico, muy ligeras y con contrafuerte rígido, si no tienen demasiados acolchados (como es el caso), pueden llegar a rozar o incordiar un poco con el paso de los kilómetros. Aunque en mi caso ha sido algo muy leve, en una zapatilla diseñada para medias y largas distancias puede ser un problema para algunos.
Horma
La horma me ha resultado ideal en la zapatilla que he probado, pero es media talla más de la que suelo utilizar (10.5 US en vez de 10 US) y lo cierto es que voy muchísimo mejor con esa media talla extra.
Es cierto que en longitud tengo un par de milímetros más de lo ideal, pero lo compensa todo lo demás ya que la anchura que tengo con esa media talla es suficiente.
Es una zapatilla que me ajusta como un guante, eso sí, con mi talla de siempre la anchura quizá hubiese sido un problema porque, como digo, no es especialmente ancha, no por base, sino porque tiene mucho refuerzo no permisivo, es una zapatilla muy armada y creo que, para la gran mayoría de corredores, media talla más (talla USA) será la mejor opción.
En cuanto a las formas de la horma, la zapatilla es curvada, tiene un chasis en mecedora pero no un arco demasiado protagonista sino que está ahí y lo notas un poco porque es lo normal en una zapatilla curvada, pero está lejos de ser un chasis molesto.
La plantilla me ha sorprendido. Generalmente o es Ortholite o de EVA simple, pues Scarpa ha optado por una plantilla tipo Ortholite pero con sus peculiaridades: es muy rígida longitudinalmente, algo poco habitual, es muy plana y firme (55ºHC) pero es ligera (18 gramos) y relativamente gruesa (5 mm). Todo esto hace que la Scarpa Golden Gate ATR sea bastante apta para plantillas personalizadas.
Amortiguación
Este es el gran punto de conflicto que tengo con la Scarpa Golden Gate ATR: su amortiguación.
Cuando pedí probarla me guié por el catálogo de Scarpa, que decía que tenía mucha amortiguación. Eso, unido a un drop medio, un chasis curvado, un peso reducido y materiales y acabados de primer nivel, hicieron que creyese que estábamos ante una zapatilla muy agradable, bien rematada, dinámica y cómoda.
Pero fue poner un pie en ella y darme cuenta de que había un punto que no estaba a la altura y que iba a echar al traste el impresionante conjunto de decisiones que Scarpa había tomado al diseñar esta zapatilla: esa resolución que considero errónea no es otra que el tacto de amortiguación.
Estamos ante una zapatilla con perfiles altos pero un tacto bastante firme y, además, con un recorrido relativamente corto.
Claro está que la zapatilla es tremendamente estable, agarra muy bien y no vas a agotar la amortiguación ni en mil años pero, ¿tienes una zapatilla con una amalgama de tecnologías impresionantes y que trabajan en conjunto perfectamente y pones una amortiguación demasiado firme?
Para mí esta zapatilla podría ser una rival directísima de HOKA ONE ONE Challenger ATR, Brooks Caldera, New Balance Fresh Foam More Trail v2 y similares: zapatillas maximalistas, aptas para terrenos fáciles y con amortiguaciones comodísimas, al nivel de una zapatilla muy buena de carretera.
Al menos, es lo que la lógica me hacía creer y espero que la futura Scarpa Golden Gate ATR 2 siga ese camino porque el público que podría tener esta zapatilla con una amortiguación cómoda y de recorrido generoso no solo transformaría el panorama del running en terrenos fáciles y largas distancias sino que cambiaría drásticamente la cuenta de beneficios de la marca italiana porque ese tipo de zapatillas se venden solas.
En cambio, Scarpa ha optado por una amortiguación firme, duradera, estable y con respuesta. Te da unas sensaciones más parecidas a las de un calzado ligero de senderismo que a las de una zapatilla moderna de door to trail, lo cierto es que me ha recordado mucho a las Scarpa antiguas en este sentido y no es que Scarpa no tenga capacidad o tecnología para hacerlo diferente: la tiene de sobra, está utilizando materiales complejos como Pebax, EVA supercrítica y EVA de baja densidad como la de la Scarpa Ribelle Run, que era espectacular.
Es cierto que cuando castigas la zapatilla durante muchos kilómetros va ganando algo de amabilidad y recorrido, pero estamos hablando de dos materiales de EVA en mediasuela bastante contundentes en cuanto a dureza, 55ºHC y 63ºHC, que se alejan unos quince grados de zapatillas que son rivales directas, y eso significa que son un 25% más duras que sus competidoras.
Claro está que si te gusta el tacto más firme, no quieres estresar los materiales y te gustan las zapatillas duraderas, la Scarpa Golden Gate ATR es un zapatillón alucinante ya que, como he dicho, nueve de cada diez decisiones que ha tomado Scarpa a la hora de diseñar la zapatilla no solo son acertadas sino que las han ejecutado de manera brillante para el rango de precio que tiene la ATR.
En cuanto al equilibrio de amortiguación, lo cierto es que es bastante equilibrada. No es perfecta pero cuando tienes un tacto así y un recorrido corto, es difícil discernir.
Probablemente el mejor tacto lo tengamos en la parte delantera, que se muestra más amable en tacto y recorrido que en la parte trasera. Si entramos de talón, la Scarpa Golden Gate ATR no es la zapatilla que mejor funciona y de mediopié sí que se nota una mejora sustancial ya que tiene un diseño de suela que ayuda a la gente que tiene una técnica algo mejor.
Conclusión
Zapatilla maximalista con una mediasuela de doble densidad, siendo uno de los materiales dispuestos para realizar las funciones de estabilidad dinámica, además de un upper monocapa transpirable, ajuste como un guante con calcetín integrado, suela duradera con buen agarre y un peso de 280 gramos.
Todo pintaba a una zapatilla que me iba a enamorar hasta que probé la amortiguación firme y vi que era una nota totalmente discordante en una armonía excelente hasta ese momento.
Lo bueno es que Scarpa está creando zapatillas espectaculares en muchos aspectos y el potencial de esta zapatilla es enorme.
Simplemente, y es mi opinión, debería cambiar la amortiguación a una bastante más blanda (al menos 50ºHC o menos) y retocar la zona del Aquiles poniendo un talón tipo adidas Ultraboost. Esas dos cosas harían que la Scarpa Golden Gate ATR fuese un modelo que miles de corredores, novatos y del pelotón de carreras de media y larga distancia por montaña, se peleasen por comprar.
Usurio tipo de la Scarpa Golden Gate RT:
- Corredores por montaña neutros o plantilleros de entre 75 kg y 100 kg que busquen una zapatilla polivalente para diversos terrenos siempre que no tengan una dificultad técnica elevada, principalmente para zonas mixtas, hierba y tierra a ritmos tranquilos.
Scarpa Golden Gate ATR
Lo mejor
- El peso de 280 gramos es todo un logro
- Polivalente en terrenos
- Buena durabilidad
- Ajuste y estabilidad
- El nivel de materiales y acabados es excelente
A mejorar
- • El tacto tan duro de amortiguación destroza el potencial enorme de la zapatilla
- La zona del collar puede rozar con el Aquiles