Al igual que están haciendo otras marcas, Brooks ha decidido darle profundidad y escalabilidad a todas sus líneas, que se dividen principalmente en tecnologías:
- Tenemos la línea clásica con Brooks Glycerin 20, Brooks Ghost 15 y Brooks Launch.
- Luego está la dupla Brooks Levitate 5 y Brooks Ricochet.
- En trail tenemos la Brooks Caldera 6, Brooks Cascadia 16 y Brooks Divide.
- Y, en lo que respecta a su línea de competición Hyperion, teníamos la Brooks Hyperion Elite 2 y la Brooks Hyperion Tempo, pero se echaba de menos una zapatilla intermedia que es, esencialmente, la que presentamos hoy aquí, Brooks Hyperion Max.
Aunque Brooks tiene muchas más zapatillas en su catálogo, la línea principal de competición está claro que es la Hyperion y, tras probar la Hyperion Elite y la Hyperion Elite 2, nos encontramos con que era la zapatilla con placa de carbono más fácil de llevar por la gente más lenta dada su poca exigencia muscular y de ligamentos y su espectacular estabilidad.
Además, quedamos enamorados de la Hyperion Tempo como zapatilla de competiciones cortas y series por su facilidad de uso, ligereza y combinación de tacto y respuesta.
La Brooks Hyperion Max es casi una mezcla estequiométrica entre las dos Hyperion ya existentes ya que adquiere muchas de las partes buenas de sendos modelos para hacer un híbrido que puede dejar sin clientes a sus hermanas veteranas: es una zapatilla capaz de hacer lo mismo a casi el mismo nivel que la Elite y la Tempo.
Chasis y mediasuela
Como hemos dicho en la entradilla, esta Brooks Hyperion Max es un modelo que buscar situarse justo en medio de Elite y Tempo y los perfiles que hemos obtenido de la Max así lo atestiguan.
La Brooks Hyperion Max tiene 32 mm de perfil en talón y 24 mm en antepié (26 – 18 según Brooks) con un drop de 8 mm. Si lo comparamos con las mediciones que tomamos en la Hyperion Elite (35 – 27) y en la Hyperion Tempo (29 – 21), la Brooks Hyperion Max está justo entre ambas zapatillas, aunque en sensaciones se nos puede parecer más a la Elite.
En cuanto a amplitud de base, tiene 113 mm en antepié y 92 mm en talón. Aquí sí tenemos alguna sorpresa, pues no es una zapatilla especialmente ancha de base ni respecto a sus rivales, ni respecto a sus hermanas, pero entra en juego el truco de Brooks: ha eliminado flare delantero para hacerla ágil y más ligera, pero ha ampliado la base en mediopié para hacerla estable en esa parte.
El motivo es simple: con las geometrías del sistema Rapid Roll, la zapatilla va a tener menos contacto con el suelo (menos tiempo) y el aterrizaje se adelanta con su gran biselado trasero, por ello se ha aumentado la importancia del mediopié.
Si alguien sabe hacer una zapatilla mixta o de entrenamiento ligero de la manera más eficiente y sencilla que tenga un gran rendimiento, esa marca es, sin duda, Brooks. Lo lleva haciendo más de una década con la Launch y esta Brooks Hyperion Max tiene bastante de ese buen hacer de Brooks ya que es una zapatilla con poca complejidad y un resultado envidiable.
Muestra de ello es que la mediasuela es de un solo compuesto, DNA Flash, el mismo que hemos visto en toda la línea Hyperion: una EVA supercrítica de 45ºHc.
Brooks fue una de las pioneras en crear espumas con fluidos supercríticos, algo que ahora es casi el camino a seguir si queremos un material competitivo en cualquier ámbito.
El DNA Flash sigue un proceso innovador en el que una pieza de EVA rígida, firme, de pequeño tamaño y con la forma de la mediasuela final se mete en una cámara donde se satura con nitrógeno llevado a un estado supercrítico para que permee y sature hasta cierto punto.
En esa cámara se dan las condiciones de calor y presión adecuadas para que se sature la EVA y se creen burbujas de un tamaño que Brooks decide y, al retirar esas condiciones, el nitrógeno se expande, inflando la pieza repentinamente. En ese inflado, la pieza está en un molde que limita la expansión dándole, además, la forma final de la mediasuela.
Este proceso crea es un material de muy baja densidad, de mayor capacidad de respuesta, mayor rigidez estructural y un peso bajísimo, que es uno de los puntos fuertes de la Hyperion Max ya que en talla 9 US pesa 212 gramos y en la 10 US que hemos probado son solo 225 gramos, datos muy buenos para una zapatilla con la que algunos corredores van a poder entrenar sin ningún problema.
La Hyperion Max adquiere las geometrías de la mediasuela de su hermana de placa de carbono, la Brooks Hyperion Elite 2.
Hay que decir que varias marcas están creando versiones de sus zapatilla de placa de carbono muy parecidas en formas pero eliminando la placa, y el motivo es que entrenar con placa continuamente puede llegar a ser perjudicial al hacer el pie menos esfuerzo.
Y, como hemos visto en Altra con la Altra Vanish Tempo y la Altra Vanish Carbon, Brooks ha optado por esa misma calle: hacer una Elite sin placa o, al menos, algo muy similar, para que la transición entre zapatillas y el entrenamiento y la competición sea lo más natural posible y con los mínimos problemas potenciales.
La Brooks Hyperion Max es muy estable. De hecho, es sorprendentemente estable para su peso. Su ubicación o potenciales usuarios son muy claros:
- Corredores de menos de 70 kg con buena técnica y ritmos de entrenamiento de 4:30/km o más rápido utilizarán la Hyperion Max como zapatilla para rodajes, calidad, fartleks o incluso competiciones ya que es una zapatilla con suficiente amortiguación pero es muy rápida si le apretamos.
- Corredores de hasta 85 kg que no tengan una técnica muy buena (pero tampoco horrible) usarán la Hyperion Max como zapatilla de calidad, series, fartleks o competiciones de cualquier distancia. Para este tipo de corredor, lo ideal es correr a ritmos más lentos de 4:00/km.
Suela
La suela de la Brooks Hyperion Max está bastante bien protegida, no se ha dejado ninguna parte útil sin proteger por el caucho Green Rubber y es que Brooks ha optado por no dotar con un gran perfil a ese caucho pero sí cubrir buena parte de la suela.
Hay que tener en cuenta que la Hyperion Max es una zapatilla mixta o de entrenamiento ligero, dependiendo de quién la utilice, y por tanto Brooks ha optado por darle un equilibrio durabilidad/rendimiento apropiado al segmento que ocupa.
El caucho Green Rubber que tenemos en la parte delantera tiene 60ºHa mientras que el del talón tiene 63ºHa. No hay mucha diferencia, pero también hay que decir que los 60ºHa delanteros son algo más firmes que la media y los traseros algo más blandos, así que tenemos una zapatilla bastante equilibrada.
Otro motivo para no hacer la parte trasera muy firme va enlazado a lo que luego veremos en la dinámica y es que es una zapatilla con un aterrizaje muy adelantado y, por tanto, eso también reduce el impacto que tiene que soportar ese caucho del talón con respecto a otras zapatillas.
Aun así, no es una zapatilla hecha para durar. Busca cumplir con 600 km, quizá 700 km, de vida útil a ritmos principalmente de entre 4:00/km y 4:30/km, aunque sea capaz de ir más rápida y más lenta (las estimaciones de durabilidad las hacemos a esos ritmos y para alguien de unos 70 kg).
Es principalmente asfaltera ya que no cuenta con un taqueado muy marcado y eso reduce la posible tracción fuera del asfalto. No obstante, si la usas para rodar tranquilamente en el parque más cercano, no tendrás problema alguno ya que se puede defender y es muy estable.
En mojado me ha gustado algo más que la Brooks Hyperion Tempo, ahora bien, las zonas lisas y mojadas no son su fuerte y, en cuanto hay un poco de agua, la suela satura y resbala.
Puede usarse en zonas poco mojadas sin inconvenientes (avituallamientos, asfalto levemente húmedo…) pero, si llueve o ha llovido recientemente, va a resbalar en cuanto pisemos una zona lisa (acera, pasos de cebra).
Upper de la Brooks Hyperion Max
El upper de toda la familia Hyperion es bastante original, separándose un poco del resto de sus rivales y creando un upper de woven de una sola capa con agujeros perforados por láser.
Esta solución es muy agradable en el pie, bastante duradera, funciona bien a la hora de ventilar y, sobre todo, aligera mucho el peso.
Es un engineered woven, dando algo más de juego de densidades por encima de los dedos y en zonas que buscan dar algo de soporte. Además, posee ciertos termosellados internos para dar forma a la puntera. En la zona baja de los juanetes tenemos dos piezas de TPU que refuerzan esa zona (propia de roturas separándose de la mediasuela) y tanto los logotipos de Brooks como el sistema de cordones también se remata con estos termosellados, que añaden estructura pero apenas suben el peso.
Los cordones son muy originales: muy gruesos, de calidad, con dos colores a juego con el resto de la malla y realmente cómodos, aunque es cierto que hay que atarlos bien para evitar que pierdan tensión.
La lengüeta es fina, de tacto algo plasticoso y con un pasador central por el que se deberían introducir los cordones varias veces, dado que tienen mucha longitud, para evitar que la lengüeta se desplace demasiado ya que no va sujeta a los laterales (algo que sí nos gustaría ver).
En cuanto a la zona del talón, es la parte que más nos ha gustado. La Hyperion Max se separa de la Elite 2 y se une a la Brooks Hyperion Elite 3 haciendo un talón con contundencia pero con geometrías que sabes no te van a fallar: han cambiado el enfoque y han hecho un talón curvado hacia atrás básicamente porque está funcionando muy bien en todas las marcas y aún no he escuchado a nadie quejarse de un talón y collar con estas formas y acabados.
No abusa de acolchados pero tampoco pedimos más ya que funciona muy bien toda esta parte trasera de la zapatilla.
En definitiva: ventila bien, es ligero y agradable, se mueve sin problemas, sujeta bien el talón y mediopié, tiene elementos originales y de calidad (como la malla o los cordones) y el único punto que le vemos de mejora es la unión de la lengüeta al chasis.
Horma
La horma de la Brooks Hyperion Max es quizá el paradigma de lo que debería ser una zapatilla de este segmento: ajusta muy bien, sujeta muy bien y tiene una longitud correcta.
Quizá algunos corredores, sobre todo usuarios de plantillas personalizadas, necesitarían media talla más pero, en general, para un pie de anchura normal es una horma muy natural y a la que es fácil acoplarse desde el minuto uno.
No es una zapatilla con arco marcado y aquí se separa de alguna de sus rivales, por lo que no es una zapatilla potencialmente problemática en cuanto a rozaduras de arco o algo así.
La plantilla es similar a la de sus hermanas: 3 mm de perfil, 14 gramos de peso (extra ligera), de EVA convencional y con un tacto algo seco ya que, además, tiene 50ºHc de dureza.
No admite plantillas de más de 6 mm por falta de espacio pero, si la vuestra es más fina, no tendréis muchos problemas.
Si buscáis un tacto más blando, el remedio rápido es ponerle una plantilla de 4 ó 5 mm más blandita o elástica y las sensaciones mejorarán en este sentido gratamente.
Amortiguación y dinámica de la Brooks Hyperion Max
Con la Brooks Hyperion Max se puede hablar hasta el aburrimiento de muchas de sus tecnologías pero, tras probarla, está claro que uno de los elementos clave de esta zapatilla son sus geometrías.
No es que sus geometrías sean muy novedosas, sobre todo después de probar la Brooks Hyperion Elite 2, donde hallamos esas geometrías que hereda la Max, pero también hay que matizar esto ya que la Elite cuenta con una placa de carbono y la presencia de un elemento rígido de longitud completa cambia las sensaciones que percibimos. Además, por supuesto, que es una zapatilla que se va a utilizar a ritmos más vivos que la Hyperion Max y eso cambia la biomecánica de un mismo corredor.
Debido a la ausencia de placa y a que vamos a correr con ella a ritmos de entre treinta segundos y un minuto por kilómetro más lento en la Hyperion Max, la dinámica que percibimos cambia un poco, especialmente en lo referente al talón.
A ritmos más lentos (y/o gente que no puede usar la Elite) se hace más uso del talón de la zapatilla por ritmo o por técnica de carrera, lo que provoca que notemos más las formas de esta Max con respecto a la Elite o incluso la Tempo (esta última no tiene esos biselados de talón tan marcados).
El tema es que la Brooks Hyperion Max es una zapatilla que nos obliga, y digo bien, nos obliga a aterrizar en la zona casi central del talón: el gran biselado trasero y la ausencia de la placa hacen que aterricemos de una manera más vertical en esta zapatilla, algo muy bueno en todos los sentidos: mayor alineación cinética, menos problemas potenciales, menos tiempo en contacto con el suelo, transición más agradable y fluida…
Pero, claro, para los corredores más talonadores, los primeros días pueden resultar un poco raros, no mucho pero sí algo diferentes ya que tardarán poco en acostumbrarse e incluso, si aumentan el ritmo, notarán la zapatilla en todo su esplendor en cuanto la técnica sea algo mejor.
Como decía, si a ese biselado y sensación de aterrizar más adelantados le sumamos que el pie no tiende a hundirse mucho, un contacto continuo con el suelo y un repunte delantero marcado por la tecnología Rapid Roll, la zapatilla tiene una dinámica propia de un modelo muy ágil, casi de competición pero sin la rigidez de una placa de carbono.
Es por ello que está en un punto muy bueno para dar servicio a los corredores rápidos que la quieran para entrenar y a los más lentos que la quieran para competir o complementar sus rodajes con días de series o intervalos.
La amortiguación tiene mucha progresividad. Es un tacto poco elástico si lo comparamos con otros compuestos actuales ya que no tiene esa capacidad de retorno tan alto sino que es un tacto agradable en la primera mitad del recorrido y, luego, se hace algo más seco. Es un tacto muy de EVA, pero con un toque inicial agradable y que, con el paso de los kilómetros, va mejorando.
Tacto medio, recorrido medio, geometrías algo agresivas… Es una zapatilla muy polivalente y que va a enamorar a muchos corredores, sobre todo a aquellos que disfrutan de zapatillas ágiles y que no les gusta (o no les van bien) estos tactos tan blandos de muchas zapatillas modernas.
Últimamente no dejo de escuchar a gente con sobrecargas de cuádriceps e isquiotibiales porque sus zapatillas blandas no son lo mejor para ellos o aún no están adaptados a ese tipo de amortiguaciones, así que la Brooks Hyperion Max es una bendición para estos casos.
Conclusión
La Brooks Hyperion Max es la típica zapatilla que los runners más puristas y veteranos adoran porque lo tiene todo y se puede hacer casi de todo con ella.
Si te gustó la Brooks Hyperion Tempo, esta zapatilla te ofrece esencialmente lo mismo pero con más protección y amortiguación, dando la posibilidad de experimentar esas sensaciones que tanto gustaron en la Tempo a corredores de menos nivel.
Además, es la mejor opción como zapatilla de entrenamiento o polivalente si tenemos la Hyperion Elite para competir ya que las geometrías, tacto y sensaciones son muy parecidas a la zapatilla con placa de carbono de Brooks.
Diría que en el contexto de mercado en el que nos movemos ahora, todo el mundo puede tener claro donde se ubica una Hyperion max y la única distinción clave que haría para un corredor que no ha probado una mediasuela de EVA supercrítica es que no tiene un tacto elástico: no es ZoomX, ni PWRRUN PB, ni Boost… Es un tacto agradable pero más seco, no está pensada para ser la más cómoda sino la más equilibrada de su segmento.
Segmento que, por cierto, está está creciendo por momentos. Tenemos a la Altra Vanish, HOKA Rincon, Saucony Kinvara 14 o adidas Adizero SL entre las zapatillas que podemos considerar rivales más o menos directas de estas Hyperion Max, teniendo la Brooks muchísimos argumentos para estar por encima de muchas de ellas.
Usuario tipo de la Brooks Hyperion Max:
- Corredores neutros, supinadores o plantilleros de hasta 70 kg que busquen una zapatilla polivalente y ágil para entrenamientos a ritmos más rápidos de 4:30/km.
- Corredores neutros, supinadores o plantilleros de hasta 85 kg que busquen una zapatilla para entrenamientos de calidad, competiciones hasta maratón, fartleks o series a ritmos más lentos de 4:00/km.